Gorazd Lah creció en una familia campesina tradicional junto con seis hermanos y hermanas. La vida en la granja le enseñó hábitos de trabajo desde pequeño. Mientras crecía, sus padres también acogieron a algunos niños, lo que hizo de Gorazd una persona más tolerante y paciente. En esta dinámica familiar tan diversa, desarrolló su sentido de la gente y su empatía, que le ayudan en sus interacciones y relaciones cotidianas.
"Soy marido, padre, pero fuera de la familia tengo otras funciones. Me encanta jugar al fútbol, participo activamente en el cuerpo de bomberos local, donde soy líder juvenil, practico la apicultura desde hace diez años y participo en dos grupos: uno de hombres y otro de matrimonios. Estoy a punto de cumplir treinta años y mi mujer y yo estamos dedicando mucho tiempo a pensar qué rumbo tomaremos con nuestro barco: nuestra familia".
Hace poco terminó un aprendizaje de agricultura regenerativa en Monera Farm. En esta entrevista nos explica más sobre este tipo de agricultura.
¿Te tomó mucho tiempo llegar a esta decisión?
No, tomé la decisión bastante rápido. Ni siquiera pensaba que existiera algo así en Eslovenia, o no lo había hasta hace poco. El año pasado, por Navidad, me atrajo mucho la formación en línea de Joel Salatin, un agricultor estadounidense. No me decidí a seguir el curso en ese momento. Dejé la decisión a un lado durante un tiempo y, mientras tanto, vi un anuncio de prácticas en Monera Farm.
Mi mujer y yo no tardamos en redactar una carta de motivos para ingresar. Mientras la escribía, tenía aún más claro que era el momento. A pesar de las señales positivas, me encontré en un buen aprieto antes de tomar la decisión final.
Justo entonces solicité un nuevo puesto, que me aceptaron tras una entrevista. Experimenté este trabajo como una mayor seguridad para mí y mi familia, y las prácticas fueron un gran paso fuera de mi zona de confort.
¿Por qué te gusta trabajar la tierra?
Me gusta el hecho de que cuando trabajas en el huerto estás allí de principio a fin: planificando la plantación, sembrando las semillas, cuidando las plantas, cosechando los productos y disfrutándolos. Se aprecia mucho más lo que se cultiva.
Te ayuda a ser realista: si quieres tener éxito, tienes que esforzarte. Al mismo tiempo, trabajar con las manos y estar en contacto con la tierra me tranquiliza. Hay muchas veces en las que, después del trabajo, podría pasarme una tarde entera en el jardín, explorando lo que esconde.
¿Cómo fueron estas prácticas?
Empecé con trabajo práctico. Pasaba dos meses, de lunes a viernes, en la granja. Los principales proyectos eran colocar la valla, renovar los gallineros y el gallinero móvil, cuidar el huerto, recoger verduras, preparar las cajas para el reparto y montar el matadero.
Dentro de las tareas diarias, también se dedicó tiempo a la educación, donde aprendí los fundamentos de la agricultura regenerativa, la gestión holística y el diseño Keyline. Tras completar el trabajo práctico, ahora tengo por delante un mes de formación teórica.
Siempre me ha gustado trabajar al aire libre, en la naturaleza. Me encantaba trabajar al aire libre cuando crecía en una granja, pero esto se hizo mucho más evidente cuando mi mujer y yo alquilamos un pequeño huerto después de casarnos. El primer año trabajamos el huerto con métodos convencionales.
Veo la agricultura regenerativa como la agricultura del futuro, porque pone mucho énfasis en vivir en el suelo y apoyar los procesos que ocurren en él. Todas las decisiones que se tomen en una granja regenerativa deben ser en beneficio del ecosistema (ecología), económicamente sólidas y en beneficio del agricultor, su familia y la comunidad en general. Esta forma de agricultura me parece la única sostenible, porque reabastece en lugar de agotar a todas las partes implicadas.
Ahora que has terminado las prácticas, ¿quieres montar tu propia granja? ¿Cómo será?
Desde luego. La visión crece día a día. Pensar en ello me da ánimos, quiero tener una granja algún día, como Richard Perkins. Es un líder de la agricultura regenerativa en Europa.
"Me gustaría poder suministrar verduras y carne de calidad a mi familia y mis vecinos, y con el tiempo a toda la zona".
Le gustaría desarrollar el potencial de las tierras de cultivo y dar vida a la actual granja "adormecida".
Hiciste las prácticas con un bebé. ¿Fue agotador compaginar el trabajo con el cuidado de su hija?
Mi hija tenía tres meses cuando decidí hacer las prácticas. Las prácticas significaban que no la veía durante algunos días a la semana, lo que al principio me frenó bastante en mi decisión. Sin embargo, tenía en mente que esta decisión era buena para nuestra familia a largo plazo y, por tanto, me facilitaba las cosas. Mi mujer y yo estábamos unidos en esto, lo que nos ayudó a superar los periodos más duros y estresantes.
Estoy orgulloso de mi mujer, que pudo cuidar de nuestra hija y hacer otras tareas durante este tiempo. Nuestros padres fueron de gran ayuda para nosotros.
¿Qué quieres transmitirles a sus hijos en el campo de la agricultura?
En primer lugar, a los niños les encanta trabajar en una granja. Creo que esto tiene mucho que ver con mi ejemplo. En los momentos en los que va a ser difícil y estresante, creo que es importante que como padre seas capaz de parar, calmarte y tomar decisiones prudentes. Me parece que el trabajo es un valor importante, pero no el más importante.
Una relación estrecha y auténtica con tus hijos y tu mujer crea un ambiente agradable en el que los hijos quieren quedarse y, con el tiempo, desarrollarlo a su manera. Cuando las relaciones están en orden, el trabajo también es más agradable de hacer.
