Inge Novinc es una chica de 21 años enamorada de la vida y de sus semejantes. Tiene parálisis cerebral de nacimiento y va en silla de ruedas, pero eso no es obstáculo: se toma la vida de forma muy positiva. "Dicen que soy optimista, y estoy bastante de acuerdo", confiesa. Le encanta la literatura, los idiomas, el deporte, viajar y la música es una parte importante de su vida.
"Siempre me ha gustado leer, aunque mis compromisos no me permiten hacerlo tanto últimamente. Ahora sí que saco tiempo para ello durante el verano".
Aleteia: Naciste con parálisis cerebral. ¿Cómo afrontas el diagnóstico? ¿Qué te motiva en tu vida diaria?
Vivo con mi diagnóstico de una forma totalmente cotidiana. Esto es sin duda gracias a mis padres, que nunca me limitaron en nada ni me dijeron que no podía hacer algo. Si expresaba interés por algo, siempre me decían: "Inténtalo, si no funciona, probarás otra cosa". Y esa podía ser mi motivación.
Ha habido, hay y habrá obstáculos en la vida, solo depende de si intentamos saltarlos y con qué actitud los saltamos. La única diferencia para mí es que yo no salto por encima de los obstáculos, los trepo.
Tu madre es también su asistente personal. ¿Cómo combinas la relación en ambos papeles?
Tanto la relación en la familia como la relación en la asistencia personal son, al menos en mi opinión, extremadamente importantes. Mi madre y yo no separamos, por supuesto, la relación entre trabajo y familia. Le estoy enormemente agradecida por todo lo que ha hecho por mí en mi vida, porque me ha ayudado y ha estado a mi lado toda mi vida, incluso cuando todavía no era mi asistente personal, y ella dice que esto no ha cambiado en absoluto, porque por supuesto es ante todo mi madre.
Pero con otros asistentes externos, para mí es muy importante que nos entendamos y que podamos establecer al menos una relación básica, si no amistosa, porque eso es algo de lo que no se puede prescindir en este tipo de trabajo. Para mí, la comunicación abierta es lo más importante.
¿Cuándo empezaste a escribir poesía y qué te inspiró a publicar un poemario?
Empecé a escribir poesía a una edad muy temprana, a los siete años, cuando escribí mi primer poema, titulado "La campana".
Recuerdo que mis padres siempre nos leían y contaban cuentos a mi hermana y a mí. A los tres años ya habíamos aprendido el alfabeto, y a los cinco aprendimos a leer en mayúsculas y a escribir.
Cuando mi madre nos leía La niña judía de Prešeren, fue cuando me enamoré de la poesía. Algo cambió en mí entonces, y ese sentimiento sigue acompañándome hoy en mi trabajo.
El poemario está inspirado en mi admiración por el amor y, sobre todo, en la necesidad de devolver a la gente todo el amor que me dan, o de alegrarles de alguna manera la hora, el día, el año, porque siento que esa es la misión de mi vida.
¿De qué tratan tus poemas y cómo expresa tus sentimientos y pensamientos a través de la poesía?
Mis poemas tratan sobre todo del amor, que para mí es la emoción más hermosa y el único motor de la vida. Pero también tratan de la vida cotidiana.
Escribir poesía es, sobre todo para mí, una especie de terapia para expresar esas emociones que no puedo expresar de ninguna otra manera, porque es esencial para mi bienestar y el de los que me rodean.
Estás muy unida a tu familia. ¿Cuándo te has sentido más apoyada por ellos?
Mi familia es extremadamente importante para mí. Sin ellos no estaría donde estoy ahora. Siento su apoyo en todo momento, siempre y en todas partes, pero probablemente sobre todo a la hora de conseguir mis objetivos en la vida y los proyectos que tengo en mente.
¿De dónde saca fuerzas para superar los obstáculos a los que te enfrentas cada día?
Saco fuerzas sobre todo de los bellos momentos de la vida, que suceden gracias a las personas maravillosas e inspiradoras que conozco. También la encuentro en una confianza inquebrantable en el bien infinito y en los valores que construyen la interconexión.
Por supuesto, la fe también es una parte importante, sobre todo la fe en el bien, como dice el refrán: "Haz el bien y el bien volverá a ti".
Estudias literatura y español. ¿Qué quieres hacer cuando termines?
Desde hace mucho tiempo quiero ir al extranjero, a España, para experimentar lo que me apasiona. Me gustaría hacer algo por el bien de mis semejantes, algo que contribuya a la comunidad. Sobre todo, me interesan la lengua y la cultura españolas y la música.
El flamenco español es lo que más me apasiona, pero en cuanto a la cultura, la familia real española y el funcionamiento de la monarquía es lo que más me interesa en este momento. El Rey Felipe VI de España y su hija Leonor, Princesa de Asturias, son para mí figuras muy inspiradoras. A la tierna edad de 18 años, ya está siguiendo los pasos de su padre, que tiene valores similares, o quizá incluso los mismos, que yo me esfuerzo por cultivar.
Si pudieras compartir un pensamiento con el mundo, ¿cuál sería?
Cada persona y cada situación llegan a tu vida por una razón. Puede que lo descubras mañana, dentro de un mes, dentro de un año o nunca, pero siempre tiene un valor que no es aleatorio. Los seres humanos somos enviados al mundo para vivir, amar y amar para vivir. Así que ama y vive plenamente, como si no hubiera un mañana.