Cómo detectar una adicción en un familiar y qué hacer 

En entrevista para Aleteia, Ramón Salcido, experto en adicciones, explicó los factores que generan una adicción:

Por ejemplo, usar comida como un sustituto de cariño genera un condicionamiento en el cerebro que impulsa a la persona a usar estímulos externos, como sustancias o comportamientos, para aliviar dichas sensaciones, explicó. 

Cuando un ser querido enfrenta una adicción, la dinámica familiar se ve alterada, generando un ambiente de tensión, miedo y angustia. Los roles dentro del hogar suelen cambiar, ya que algunos terminan asumiendo responsabilidades extras o que no les correspondían a causa de la persona afectada. 

Además, la confianza se daña, las relaciones se fracturan, y la estabilidad emocional se ve gravemente comprometida. Este proceso puede llevar a problemas de comunicación, aislamiento y conflictos constantes, afectando no solo la salud emocional y psicológica de la familia, sino también su bienestar general. 

Muchos se preguntan si una adicción puede surgir a causa de que alguno de sus padres la padece o la padeció. Nuestro especialista en adicciones señaló que "la adicción en sí misma no se hereda, pero existen algunas personas con predisposiciones genéticas a sufrirlas".

Explicó que, aunque hay estudios que correlacionan el consumo de drogas con los genomas de algunas personas adictas -como los que realizó la Universidad de Noruega de Ciencia y Tecnología en el año 2019- es más común que la adicción se deba a un patrón de consumo o de exposición intermitente prolongada a alguna sustancia o comportamiento.

Finalmente, nos compartió algunas observaciones que podemos llevar a cabo para detectar una adicción en un familiar o ser querido. 

Existen 11 señales que indican si una persona tiene una adicción y el grado en que lo padece. Estas señales se clasifican en cuatro categorías A, B, C Y D.

Grupo A: Pérdida de control sobre su uso

1 - La persona consume la sustancia o comportamiento por más tiempo o cantidad de la que había previsto.

2 - La persona ha intentado disminuir o parar de consumir sin éxito.

3 - La persona pasa un tiempo considerable en pensar, conseguir, consumir o recuperarse del consumo.

4 - La persona tiene un deseo intenso de querer consumir o realizar un comportamiento difícil de contener. 

Grupo B: Deterioro social

5 -  No cumple con las obligaciones de familia, trabajo o escuela.

6 - La persona sigue consumiendo a pesar de las consecuencias negativas para la salud, los conflictos familiares, legales o de afectación del trabajo.

7 - La persona abandona o reduce sus aficiones, su actividad social u ocupacional.

Grupo C: Uso riesgoso de sustancias o comportamientos adictivos

8 - La persona usa sustancias o realiza comportamientos que lo ponen en peligro a sí mismo o a otros; por ejemplo, conducir bajo los efectos del alcohol.

9 - La persona continúa consumiendo a pesar de que ha desarrollado un problema médico o psicológico.

Grupo D: Señales de modificación neurológica

10 - La persona necesita aumentar la cantidad o intensidad de sustancias o comportamientos para producir el efecto deseado (tolerancia).

11 - Efectos físicos indeseables cuando se suspende el consumo o comportamiento (Síndrome de abstinencia).