Julio de 2012. Eran las tres de la tarde estaba en mi oficina y noté algo de conmoción en la compañía donde laboraba. En esos días no existía internet y la comunicación entre empresas era por fax (un sistema de transmisión de datos vía telefónica).
Cuando todos se marcharon me acerqué a investigar el motivo de esta agitación y encontré un fax impreso en papel que llegó de otra empresa. Estaba colocado sobre la tapa del aparato. Pensé que se trataba de un pedido que algún vendedor dejó olvidado. Cuando lo leí, comprendí.
Fue hace tanto que no recuerdo las palabras exactas, pero sí tengo en mi mente la amenaza cruda.
“Este cadena de oración es de bendición para ti y tu familia. Debes rezar 5 Padre Nuestros y 3 Avemarías. Saca 75 fotocopias. Envía por correo una copia de esta cadena a diferentes personas. Incluye 0.10 centavos en cada sobre para la estampilla. Juan Z. lo hizo y esa semana se ganó la lotería. Augusta X se burló de esta cadena y no la hizo continuar. Sufrió un terrible accidente. No te arriesgues. Haz circular la cadena y recibirás grandes bendiciones”.
Me senté a leerla de nuevo. Me parecía increíble que alguien hubiese enviado semejante nota. Algunos se lo tomaron muy en serio. En la parte superior del fax estaba la dirección y teléfono del remitente, la empresa que lo envió. “¿Puede un papel más que Dios?”, me dije. Anoté los datos del remitente y rompí el fax.
Lo he recordado porque me percaté que por las redes sociales circulan algunas de estas cadenas que te prometen prosperidad y a la vez te amenazan. ¿Qué hago cuando las veo? La borro instantáneamente. No permito que circulen.
Pienso que son una ofensa a Dios. ¿Por qué? Porque al creer o temer a estas cadenas demostramos poca fe y desconfianza en el Poder y el Amor de nuestro Padre celestial.
¿Qué hago después? Me río y me olvido del asunto.
¿Te han llegado alguna vez?
Rompe las cadenas. No dejes que circulen. No tengas miedo. Dios puede más. Seguramente al ver tu confianza, Él te bendecirá, cosa que ese papel o correo electrónico no pueden hacer.
Seguramente has leído en Aleteia algún artículo del padre Sergio Argüello Vences. Tiene un canal en YouTube muy interesante. En él encontré este video que hizo sobre las cadenas de oración. Te lo recomiendo.
¡Ánimo! Dios va contigo.