“’¿Me podría aconsejar?” me dicen a menudo.
Desde que empecé a escribir y publicar mis libros se me acercan personas de todas las edades para pedirme un consejo. Me sorprende porque nunca he sido bueno brindando consejos. Es más, soy pésimo. Por eso suelo referir a las personas con un sacerdote que los escuche y oriente.
Los sacerdotes tienen toda la experiencia del mundo y suelen dar los mejores consejos. Esto lo sé por experiencia propia.
También los envió con Jesús en el sagrario. He visto cómo Jesús los transforma y sana y les concede lo que le piden. Es el mejor de los amigos, un gran amigo, que nunca te deja sin respuesta.
Recuerdo un trabajo al que llegaban muchos clientes y en ocasiones me contaban sus historias y me pedían un consejo. Anotaba en un papelito esta receta que nunca fallaba: “Ve al sagrario, visita a Jesús y habla con él. Tiene todas las respuestas”.
Les decía: “Ábrelo luego cuando te hayas marchado”. A los días llegaban felices para comentarme: “Tu receta fue efectiva Claudio”. Entonces los remitía con Jesús para que le agradecieran a Él.
Te haré una pregunta: ¿Necesitas que te orienten en este momento?
Lee estos maravillosos consejos llenos de sabiduría:
“El temor del Señor regocija el corazón, da buen humor, alegría y larga vida.”
“El hombre paciente soportará todo el tiempo que sea necesario, al final se le concederá la alegría.”
“No seas hipócrita ante la gente, más bien vigila tus palabras.”
“Ustedes que temen al Señor, confíen en él: no perderán su recompensa.”
“No te amilanes ante un tonto; ni te dejes influenciar por un poderoso.”
“Mantente firme en tus convicciones y sé un hombre de palabra”.
“Aprende a escuchar y tómate tu tiempo para responder”.
“Si sabes de qué hablas, respóndele a tu interlocutor; si no, guarda silencio.”
“En cualquier circunstancia pesa el pro y el contra y evita lo peor. ”
Estos sabios consejos y muchísimos más están a tu alcance en la Santa Biblia.
En increíble la fortaleza que obtenemos al leer la Biblia.
Tomate unos minutos cada día y escucha la voz de Dios.
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¿Conoces los libros de nuestro autor, Claudio de Castro? Son un bálsamo para el alma.