A veces llego a verte Señor y te encuentro tan solo en el sagrario. ¿Por qué no estás rodeado de adoradores en devota oración? Mientras estoy contigo reflexiono mucho en esto. Eres Dios y permaneces en ese sagrario a la espera de tus amigos, que te visiten. No fuerzas. No haces nada extraordinario. Te quedas allí, como un “prisionero de amor”, y esperas.
Quieres llenarnos de gracias, amarnos, que sepamos que no estamos solos, y sólo nos pides que demos el primer paso al amor.
Hace poco una persona me preguntó: “¿Qué puedo hacer por Jesús Sacramentado?”
Lo primero es conocerlo. Es difícil amar lo que no conocemos. Por eso debemos saber lo que es el sagrario y por qué Jesús está allí. Luego saber más de Jesús Sacramentado. Aumentar nuestra fe y confianza. Leer libros de espiritualidad que nos hablen del sagrario. Pasar ratos con Él. No dejarlo solo.
Sí, es muy cierto… en las escrituras se nos dice:
“¿No saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que han recibido de Dios y que está en ustedes?” (1 Cor, 6, 19)
Él está en ti, cuando guardas el estado de gracia. Pero sobre todo, lo puedes encontrar en los sagrarios del mundo anhelando verte.
Recordé a la dulce ancianita que entrevisté en un poblado de mi país y que en un gesto de profundo amor se animó a decir:
“Humildemente les pido a nuestros sacerdotes: “Hablen del sagrario en sus homilías. Las personas no saben quién habita allí. Por eso no van a verlo”.
Un amigo que ha seguido de cerca estos escritos acaba de crear en Facebook una página estupenda *SAGRARIOS Y ADORACIÓN AL SANTÍSIMO*. Te la recomiendo. Visitala. Empieza con este texto:
“Queridos hermanos en Cristo. Jesús se siente solo……muy solo… solo… solo… en muchos sagrarios del mundo”.
No esperó a que otro hiciera algo para dar a conocer el inmenso amor que nos tiene Jesús en el sagrario. Le pareció que era necesario actuar. Postean fotos de sagrarios de diferentes países, comentan sobre la presencia REAL y verdadera de Jesús en el sagrario. Es una página edificante que podemos apoyar.
Como él, muchos, alrededor del mundo empiezan a descubrir el Tesoro inmenso que tenemos los católicos y el mundo, con la presencia de Dios, hecho hombre, en un pequeño sagrario.
Si lo piensas, es impresionante, y nuestro entendimiento jamás podrá comprender todo el alcance espiritual que esto representa.
Es Dios. Creó el mundo. Nos da la vida. Y lo tienes frente a ti, en un pequeño lugar, donde el sacerdote guarda las hostias consagradas no consumidas.
“¿Cómo puede ser esto posible?”
Lo creó todo, ¿piensas que hay algo imposible para Él?
“Pero Claudio, ¿qué puedo hacer por Jesús en el sagrario?”
Lo que más anhela, que lo amemos, que le hagamos compañía y escuchemos su voz.
“¿Y cómo puedo escucharlo?”
Muy sencillo, lee el Evangelio. Jesús te dirá allí lo que espera de ti.
Por lo pronto ve al sagrario más cercano y hazle compañía, dile que quieres y pídele la gracia de perseverar en tu fe y conservar tu alma limpia. Sé alegre y misericordioso, perdona y ama a todos.
¿Puedo pedirte un favor? Cuando vayas dile: “Claudio te manda saludos”. Es mi mejor amigo y ya sabes que me encanta sorprenderlo.
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“¿Responde Dios mis oraciones?”
“El SAGRARIO es mi REFUGIO y consuelo en la Tribulación”
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Los dejo con esta hermosa entrevista que ha dado muchos comentarios y tanto me piden.