La orientación profesional es una fase esencial del recorrido de un joven estudiante. Si no queremos errar el camino y adaptar la formación a nuestro proyecto profesional, es muy importante tener en cuenta nuestra personalidad y nuestros deseos¿Qué trabajo elegiremos? ¿Qué estudios hay que elegir para llegar a él? Como cualquier estudiante tienes que elegir tu orientación profesional cada vez más temprano. Aquí tienes algunas pistas para aclarar tu discernimiento.
1Conócete a ti mismo
– Escribe tus talentos
Para madurar un proyecto, comienza por identificar tus talentos. Apunta tus cualidades en una hoja de papel, y pregunta a amigos, a tus padres, los que ellos perciben en ti.
Toma nota de lo que te atrae espontáneamente, lo que, idealmente, te gustaría hacer, y lo que te lo impide: dudas, incomprensión familiar, etc. ¿Qué lamentarías no haber hecho? Muy a menudo, tu sueño, que a veces escondes, te guía hacia lo que te corresponde.
– ¿Competencias teóricas o prácticas?
Ten en cuenta tu manera de trabajar. Tal vez estarás más cómodo en unos estudios cortos, dirigidos a la práctica. ¿Eres independiente, hogareño, creativo, o bien das lo mejor de ti mismo en las tareas repetitivas? ¿Te gustan los trabajos ambiciosos, arriesgados? ¿Prefieres el contacto, los trabajos de precisión?
Las respuestas a estas preguntas, no se miden en “+” ni en “-”. Se trata simplemente de conocerte a fin de determinar mejor tu lugar: único.
– Test de personalidad
Incluso si no son más que indicadores, los test de personalidad ayudan a determinar tu perfil. De la misma manera, un buen coach puede realizar un balance de orientación que ofrezca perspectivas reales. Tu proyecto personal se integra en un proyecto de vida.
Reflexiona sobre tus valores, tus motivaciones, lo que te da equilibrio. ¿Qué estás dispuesto a sacrificar, y en qué no piensas transigir?
Te puede interesar:
¿Qué te puede faltar para encontrar trabajo en este año de pandemia?
2Cultívate sobre el trabajo que te interesa
– Talleres para evitar el idealismo
Infórmate sobre el mundo del trabajo. ¡Lee las fichas profesionales! Si la naturaleza te atrae, te puedes hacer agrónomo, paisajista, horticultor, técnico forestal, hidrogeólogo. Abre los campos de posibilidades.
Después, un buen medio para despojar el idealismo consiste en abordar la práctica. Los talleres confrontan a la realidad cotidiana de un trabajo. Busca profesionales, plantéales preguntas sobre su trabajo, sus sectores, su evolución.
– Infórmate sobre el recorrido formativo
Mira si tienes las capacidades para realizar tu sueño. Antes de curar enfermos y abrir tu consulta, necesitarás superar varios años en la facultad de medicina. La Madre Teresa de Calcuta se dotó de los medios de sus ambiciones, pasando por una formación como enfermera antes de ir a la ayuda de los leprosos. Pero tu sueño es importante, ya que será tu motor.
– No renuncies demasiado pronto al trabajo de tus sueños
¿Pintor o músico, querrías consagrarte a tu arte y tus padres prefieren que obtengas antes un diploma? Ten paciencia, cultiva ese don, no por ello arruinarás tu carrera. ¿Lograrlo como autodidacta? También es posible.
Si comparamos, es verdad que un diploma cuenta, pero no hay nada establecido por anticipado. Tu voluntad de aprender, de conseguirlo, tu capacidad de adaptación a un equipo o a un proyecto, resultaran determinantes.
3Confía en tu futuro profesional
– El miedo a los trabajos sin salidas
Ten confianza en ti, mira tus puntos fuertes, tu potencial, tu determinación. Trata de no compararte, de no inquietarte por los fracasos o los éxitos de los otros. No te dejes descorazonar por las perspectivas negras de los “trabajos sin salidas”. Solo Dios conoce el futuro.
– No hay malas decisiones
Sé positivo y no te arrepientas de tus opciones. No existe la opción ideal, la buena opción es la que te propones en el momento oportuno. Atravesarás otras encrucijadas. Si un camino se ajusta más a ti, hay equivalencias, formaciones cortas, concursos internos o certificado de prácticas en empresa.
Haz fructificar tus talentos sin olvidar que la fecundidad de tu vida no reside en el valor de tus diplomas, ¡sino en el amor que tú le dedicas!
Stéphanie Combe