Discernir, formular su propia opinión, realizar actos responsables son algunas de las decisiones a las que el niño será confrontado a lo largo de su vida escolar, y de toda su vida en general.
Para ayudarlo a desarrollar su espíritu crítico, no hay nada como comentar cotidianamente, con él, una publicidad o un telediario. Así podrá expresar lo que siente y piensa.
Aquí veremos algunas pistas que os podrán ayudar a compartir en familia sobre estos temas cotidianos y forjar de ese modo su opinión. Aprenderá así no dejarse manipular por la opinión de los otros, y ser capaz de debatir e intercambiar.
1Mirar juntos un programa de televisión o una película
Después de haber visto una película con vuestro hijo, hay que comentarla para ir más allá del: "está bien/no vale nada". Hay que plantear cuestiones como: "¿Has visto la evolución del personaje?" "¿Qué piensas de su decisión?" "¿Cómo ha expresado el director este sentimiento?" etc. Puede ser muy interesante.
Si un niño ha visto una película violenta y ha sido impactado por ciertas imágenes, es posible curar el mal con el bien dedicando un tiempo a enseñarle lo contrario. Algunos comentarios pueden ser útiles, como por ejemplo: "El amor verdadero no es violento, es dulce, es respetuoso con el otro".
2Seguir juntos algunos aspectos de la actualidad
También es posible seguir el desarrollo de un acontecimiento a lo largo de una semana, y ver qué dicen, sobre él, los medios ¿Qué quieren enseñarnos? ¿Dónde está la realidad? ¿Se habría podido presentar la información de otra manera? O comparar artículos de diferentes periódicos sobre el mismo tema.
3Analizar un anuncio
Es interesante ver con vuestro hijo cómo la publicidad “dora la píldora”, cómo halaga nuestros sentidos (a través de la gula, la sensualidad, el sueño) para vender el producto.
¿Qué es lo que motiva a los que lo han realizado (desde el punto de vista del márquetin, el punto de vista moral)? ¿Qué imagen de la mujer se nos presenta? ¿Qué papel se da al hombre? ¿Cómo se nos presenta el amor? ¿La felicidad? ¿La amistad?
4Intercambiar opiniones sobre las lecturas
Incluso si es difícil a veces (por falta de tiempo), es conveniente leer con su hijo al menos tres libros por semana y que sean fuente de comentarios. ¿Por qué no proponer al niño que lo puntúe y explique después porqué le ha puesto una buena nota o una mala nota?
Si los pequeños pueden decirlo en voz alta, los mayores pueden escribirlo analizando al mismo tiempo la obra.
Bénédicte de Saint-Germain