separateurCreated with Sketch.

¿Cómo recibir la luz del Espíritu Santo para tomar buenas decisiones en la vida?

KIM JESTEM?
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Edifa - publicado el 22/05/21
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
El “rayo de luz” del Espíritu Santo que la liturgia de Pentecostés nos invita a pedir nos ayuda a dirigir nuestra mirada y permite ver las situaciones como Dios las ve. Pero ¿cómo recibir esta luz para tomar decisiones cristianas?

¿De dónde vendrá el “rayo de luz” del Espíritu Santo que la liturgia de Pentecostés nos invita a pedir? Apartemos primero toda idea de una iluminación más o menos milagrosa: “Rezo muy fuerte al Espíritu Santo y luego, cuando abra la Biblia por cualquier página, ¡encontraré la respuesta a mis problemas!”. En efecto, la luz del Espíritu Santo es primero la de la razón y la fe, dos luces divinas que el Padre da a todos sus hijos y que no hay que reemplazar, sino utilizar correctamente: el “rayo” de luz que pedimos es el que dirigirá nuestra mirada, permitiéndonos ver las situaciones como Dios las ve, en su lógica natural y sobrenatural.

Un ejemplo: después de su escolarización, un joven puede pedir al Espíritu Santo que le aclare sobre su orientación futura; no le pide que escoja en su lugar entre hacerse médico o ingeniero, sino que lo devuelva a la lógica de su bautismo para que su decisión se inscriba en una voluntad incondicional de seguir a Cristo. Y para ello, hace falta que el Espíritu Santo “lave las manchas, infunda calor de vida en el hielo, dome el espíritu indómito, guíe al que tuerce el sendero”. Pero ¿cómo recibir esta luz del Espíritu Santo?

Las tres instancias a las que recurrir para cualquier decisión cristiana

Jesús nos ha señalado tres lugares de su efusión y, por consiguiente, tres instancias a las que recurrir para tomar cualquier decisión cristiana.

    Concretamente, esto quiere decir que, para tomar una decisión ante Dios, debemos primero ponernos en la intención fundamental de seguir a Jesús de cualquier manera (un buen retiro puede ser beneficioso). Luego, de entre las diferentes hipótesis razonables, buscaremos la que nos parezca más coherente con lo que la Escritura nos dice de ello para conducirnos a Cristo. Sin duda, la Escritura no nos habla directamente del médico o del ingeniero, pero sí habla de las implicaciones de vida eterna implicadas en ambas profesiones.

    Por último, verificaríamos si la decisión es coherente con lo que la Iglesia vive y enseña hoy día. Ciertamente, no corresponde al obispo decidir si debemos ser ingeniero en vez de médico, pero formamos parte de una comunidad cristiana cuyas opciones fundamentales deben integrarse en nuestras opciones personales. Pensemos, por ejemplo, en la importancia de una presencia de la Iglesia en las profesiones de la salud o en la de su doctrina social en la vida de una empresa. En este sentido, una vocación es al mismo tiempo una misión y, si se discierne en esta triple referencia al Espíritu Santo, podemos estar seguros de que Él estará ahí, con sus “siete dones sagrados”, para permitirnos vivirla “por la gloria de Dios y la salvación del mundo”.

    Padre Max Huot de Longchamp

    ¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

    Recibe Aleteia cada día.

    Apoye Aleteia

    Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

    • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
    • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
    • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
    • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
    • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
    • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
    • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

    Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

    banner image
    Top 10
    See More
    Newsletter
    ¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

    Recibe Aleteia cada día.