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Javierada 2014: ¿De qué te sirve ganarlo todo si al final te pierdes a ti mismo?

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Alvaro Real - publicado el 10/03/14
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Miles de jóvenes llevan alegría a un mundo reseco por el consumo y el materialismoLa llamada Javierada, es una tradición Navarra que tiene lugar en España. Una importante peregrinación de jóvenes en la cual se va caminando desde todos las villas, pueblos, ciudades hacia el castillo de Javier, lugar de nacimiento de San Francisco Javier, el Santo Patrón de las Misiones. Las Javieradas tienen lugar los dos primeros fines de semana de marzo y requieren de una mínima preparación física y una pequeña preparación espiritual. 

Este año 10.000 jóvenes ya han visitado el castillo de Javier en la primera de las dos “Javieradas” del año 2014. La tradición muestra que es necesario participar en el viacrucis en Sangüesa y en la misa en Javier que fue presidida por el arzobispo de Pamplona y Tudela, monseñor Francisco Pérez.

Santos Villanueva, Delegado de Medios de Comunicación del Arzobispado de Pamplona explicaba en El Espejo de COPE cómo los jóvenes “buscan algo para dar sentido a su vida” y recuerda como San Francisco Javier estuvo “atento a las llamadas de Dios”. “Él quiere ir por unos derroteros y sin embargo el Señor le llama por otros: hasta aquellas tierras de la India, Japón y muere a las puertas de China”.

Se trata de una peregrinación de gran alegría y con mucha “marcha”: “¡Estos jóvenes son los que necesita el mundo¡¡Con estos jóvenes tenemos que contar en la Iglesia¡¡Estos jóvenes que son la sal y la luz¡”, explica Santos Villanueva que destaca: “es mucha gente joven la que desde la alegría de la fe trata de llevar alegría al mundo, demasiado reseco por las tristezas y los avatares del consumo y el materialismo.”

¿Qué buscan los jóvenes en la Javierada?

Los jóvenes buscan lo primero el pasárselo bien: “la marcha”, van con la bicicleta, van con los amigos… Este es un encuentro en el que lo primero que ves es que muchos van sin el “wathsup”…que no es poco. El joven busca lo que quizá trata de encontrar en la vida normal y no lo encuentra debido al ruido. En el camino, en la compañía, en la carga de espiritualidad, en los consejos, en la palabra, en la figura de Francisco de Javier, en el empuje que nos está dando el Papa Francisco…busca algo para dar sentido a su vida. Algunos lo van encontrando por diferentes caminos, otros lo encuentran por este camino que les lleva a Javier y se encuentran con el testimonio de un gran santo, el navarrico más universal: “De qué te sirve ganarlo todo si al final te pierdes a ti mismo”. 

Han pasado muchos años de San Francisco Javier y sin embargo es un santo muy actual. ¿Qué podemos aprender de él?

Primero, su esfuerzo por ser una persona de gran preparación. Se fue a la Universidad de Paris en aquel tiempo…casi nada. En un mundo que era el París de la juerga, de la libertad, de la diversión y también del estudio. Se quiso preparar para el futuro. Luego está el estar atento a las llamadas de Dios. Él quiere ir por unos derroteros y sin embargo el Señor le llama por otros y ahí aparece San Ignacio de Loyola que le ayuda a cambiar la vida y fíjate hasta donde llegó: el Patrono Universal de las Misiones, que lo dejó todo y por los distintos avatares de la vida él pensaba una cosa y el Señor lo llevó hasta aquellas tierras de la India, Japón y muere a las puertas de China.

El Papa les decía a los obispos del CELAM: “La utopía de un joven entusiasta esta hoy día resbalando hasta el desencanto. Jóvenes desencantados a los que hay que dar fe y esperanza. La Javierada, ¿hace eso?

Y también alegría. Ayer la riada de gente joven, con una marcha…¡Estos jóvenes son los que necesita el mundo¡¡Con estos jóvenes tenemos que contar en la Iglesia¡¡Estos jóvenes que son la sal y la luz¡ Había un dinamismo, una marcha, una alegría…pero, lo mejor es que iban rezando, iban cantando, iban pasándoselo bien, pero había un espíritu, un fondo de esta gente joven que es garantía de una sociedad sana para el futuro y de una Iglesia que va a ser renovada.
Siempre nos quejamos de que los jóvenes no vienen a misa. Pues aquí sí que vienen. Ayer llenamos la capilla de San Fermín y es mucha gente joven la que desde la alegría de la fe tratan de llevar alegría al mundo, demasiado reseco por las tristezas y los avatares del consumo y el materialismo.

¿Qué siente un sacerdote cuando acompaña a los jóvenes por el camino hacia Javier?

No te puedes hacer una idea de la satisfacción que es. Los desmontas de esas pretensiones consumistas y hedonistas y se encuentran con la riqueza del encuentro con Dios. Desde la confesión que hacen. ¿Sabes lo que supone una confesión a la orilla del camino o cuando llegas a Javier con cientos de jóvenes que se han confesado? Los liberas del peso del pecado para que en ellos avance, acampe y penetre con fuerza la gracia de Dios. 

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