El Derecho Canónico establece “un solo padrino o una sola madrina o uno y una”
En el sacramento del bautismo es recomendable que al bautizado se le asigne un padrino. La función del padrino, como lo indica el canon 872 del Código de Derecho canónco, es la de “asistir en su iniciación cristiana al adulto que se bautiza, y, juntamente con los padres, presentar al niño que va a recibir el bautismo y procurar que después lleve una vida cristiana congruente con el bautismo y cumpla fielmente las obligaciones inherentes al mismo.”
Todos los bautizados tiene derecho a un padrino al menos. Pero, ¿El código especifica sobre el número y el sexo de los padrinos? La respuesta es: Sí. El canon 873 es muy claro sobre este punto: “Téngase un solo padrino o una sola madrina, o uno y una.”
Parece que este canon es muy simple como para ser analizado. Sin embargo, profundicemos en él. Primeramente se dice que se puede tener un sólo padrino o madrina, con lo que se cumple el requisito del padrinazgo. Posteriormente, se habla de número: Se puede tener un padrino y una madrina a la vez. Es decir, dos personas de sexos diferentes pueden apadrinar a un niño al mismo tiempo.
Vemos entonces que no se dice nada sobre dos padrinos del mismo sexo. Si bien, esto no aparece expresamente prohibido, debemos seguir la norma que se indica en el canon. Por tanto, no es aconsejable tener dos padrinos del mismo sexo. Esto sucede no por prohibición, sino porque en el código se establece una norma claramente: “Téngase un sólo padrino, o una sóla madrina. O uno y una.” Si en el código se prevé que, en caso de varios padrinos, éstos sean de diferentes sexos, entonces queda descartada la posibilidad de tener varios padrinos del mismo sexo.
Debemos recordar que lo más recomendable es seguir lo que la norma indica. En caso de imprevistos, se puede interpretar la ley. Sin embargo, si para un caso como este la ley marca una manera de proceder, entonces hay que cumplirla.
Es evidente que no se indican las causas de la preferencia por dos padrinos de diferente sexo. Sin embargo, podemos pensar que el niño bautizado necesitará seguir el ejemplo de su padrino. Si los padrinos son de diferente sexo, entonces el niño tendrá oportunidad de tratar con ambos sexos con más facilidad que si los padrinos fueran del mismo sexo.
