Reza esta oración para poner en las manos de Dios a todos los jóvenes, su presente y un futuro lleno de esperanza.
Dios, Padre misericordioso,
que has revelado tu amor en tu Hijo Jesucristo,
y lo has derramado sobre nosotros en el Espíritu Santo, Consolador,
te encomendamos hoy el destino del mundo y de todo hombre.
Te encomendamos en modo particular
a los jóvenes de toda lengua, pueblo y nación.
Guíales y protégeles en los complejos caminos de hoy
y dales la gracia de poder cosechar abundantes frutos
de las experiencias que viven.
Padre celestial,
haznos testigos de tu misericordia.
Enséñanos a llevar la fe a los que dudan,
la esperanza a los desanimados,
el amor a los indiferentes,
el perdón a quien ha obrado el mal y la alegría a los infelices.
Haz que la chispa del amor misericordioso,
que has encendido dentro de nosotros
se convierta en un fuego que transforma los corazones
y renueva la faz de la tierra.
María, Madre de Misericordia, ruega por nosotros.
San Juan Pablo II, ruega por nosotros.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Basada en la Oración oficial de la JMJ Cracovia 2016, originalmente publicada por Krakow 2016