En el silencio de esta plegaria, Señor…Señor…
En el silencio de esta plegaria,
vengo a pedirte paz, sabiduría y fuerza.
¡Quiero mirar siempre el mundo con los ojos llenos de amor!
Quiero ser paciente, comprensivo, prudente.
Quiero ver más allá de las apariencias:
quiero ver a tus hijos como Tú los ves
y así, Señor, ver solamente el bien en cada uno de ellos.
Cierra mis oídos a todas las calumnias,
guarda mi lengua de todas las maldades,
¡para que sólo se llene de bendición mi alma!
Que yo sea tan bueno y alegre
que todos los que se acerquen a mí sientan tu presencia.
Revísteme de tu belleza, Señor,
y durante este día,
yo te revele a todos.
Amén.
Oración publicada originalmente en (portugués) Santo Protetor