No desesperes, aparecerá algo que será lo mejor para ti
¿Has ido por todas partes buscando ese empleo y nada que lo encuentras? ¿Ya son muchos los sitios en los que no te han contratado? ¡No te preocupes! Si no lo has conseguido es porque, muy probablemente, el Señor no quería tu presencia en ese lugar en ese momento.
Sabemos que hay que ser insistentes en la oración y eso nos lo demostró el mismo Jesús cuando nos habló de la parábola del amigo inoportuno y que vale la pena citarlo:
“Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: “Amigo, préstame tres panes, porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle”, y desde adentro él le responde: “No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos”. Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario. También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá” (Lucas 11,5,10)
Cuando esa insistencia la llevamos a nuestra vida cotidiana, debemos detenernos a pensar en lo siguiente: “Cuando le hago una petición a Jesús ¿lo hago solo buscando mi propio bienestar y el de los míos, o lo que le pido colaborará en algo a santificar o a ayudar también al prójimo?
Jesús tiene un plan para ti, no desmayes. Si Él te ha hecho esperar es para fomentar tu paciencia y darte algo que sea lo mejor para ti y los tuyos, y con ello colabores, además, con su plan de salvación para todos los que se relacionen contigo en tu entorno. No desesperes en estos momentos, puede que tu situación sea dura y hasta se ponga un poco más difícil en algunos días, pero siéntete seguro de que Dios no se olvida de sus hijos, confía en Él y en su providencia.
No pidas un empleo con el que sólo se beneficien tu y los tuyos, pide uno que te provea lo suficiente para que nada les falte, puedas ayudar a los más necesitados y que también puedas colaborar con la salvación de tus futuros compañeros de trabajo mostrándoles a Cristo.
El Señor quiere darte lo mejor ¿cómo piensas ayudarle con lo que Él te ofrecerá?
Oración:
Nos unimos a ti, y clamamos al Dios del Cielo, al Dios de la ternura, del amor, del perdón, al Dios del sacrificio eterno y de las bendiciones, para que te consuele en medio de esta prueba, te dé la gracia para afrontar este momento y te conduzca al empleo que tiene preparado para ti, ese empleo que será para tu bienestar y para que colabores con Él en el rescate de las ovejas perdidas con las que te encontrarás.
El Señor derrame sobre ti fortaleza en este momento. ¡Amén! …. Adelante, sigue confiando. ¡Dios te Bendiga!
Artículo originalmente publicado por pildorasdefe.net