Y no es la Inquisición Española: Quién esté libre de pecado que tire la primera piedraLa persecución religiosa, por desgracia, es un tema común a todas los Estados y confesiones religiosas. No hay Estado que se precie, ni religión que no tenga en su historia un momento escabroso, duro, vergonzante…Si miramos fríamente la historia…Todos deberíamos pedir perdón.
En el imaginario popular la inquisición española es la persecución religiosa por excelencia. Una leyenda negra largamente estudiada y debatida. Pero la inquisición española no es la única: existieron “cazas de brujas”, quemas de católicos y persecuciones en Francia y otros países europeos.
De entre todas la más llamativa, más silenciada y más cruenta fue la persecución que tuvo su origen en los reinados de Enrique VIII e Isabel de Tudor. Allí se unieron dos componentes: una persecución religiosa y la supervivencia de una monarquía tras el Cisma Anglicano.
En el repaso que el periódico español ABC está realizando por la historia abordan este controvertido tema y muestran la dureza de esta represión. Muestran, por ejemplo el inicio de la represión en 1534 y cómo pronto fueron, por ejemplo, descuartizados los monjes de la Cartuja de Londres con su prior, John Houghton, a la cabeza. “Fueron ahorcados y mutilados en la tristemente célebre plaza de Tyburn, a modo de ejemplo contra una orden caracterizada por su austeridad y sencillez”.
En 1537 una rebelión católica contra el Rey tuvo la condena a muerte de 216 personas, 6 abades, 38 monjes y 16 sacerdotes.
Más adelante María Tudor se convertiría en la “reina sanguinaria”. Tampoco hubo respiro para los anglicanos. Esta vez sufrieron ellos por la persecución. El poder y una interesada utilización de la religión haría el resto. Según muestra el reportaje: ejecutó a casi a 300 hombres y mujeres por herejía entre febrero de 1555 y noviembre de 1558. Muchos de ellos enemigos desde su infancia.
Tras María Tudor llegaría Isabel I al trono. ¿Se apaciguarían las cosas? ¿Abandonaría Isabel el protestantismo? ¿Por eso fue elegida reina? Más bien todo lo contrario. Aquí empieza realmente la triste historia negra del Imperio Británico y una de las mayores persecuciones de la historia: 1.000 muertos, entre religiosos y seglares
Nadie quedaba a salvo: Católicos eran lo más perseguidos, pero también calvinistas, cuáqueros, baptistas, congregacionistas, luteranos, menoninatos y otros grupos religiosos.
Una oscura historia que en este reportaje de ABC puedes conocer.