“No quiero buscar comprender tus caminos…”Déjame Señor,
seguir ciegamente tus senderos.
No quiero buscar comprender tus caminos;
soy tu hijo/a,
Tú eres el Padre de la sabiduría
y eres también mi Padre,
y me guías en la noche;
llévame a Ti.
Señor, que se haga tu voluntad:
¡Estoy listo/a!
También si en este mundo
no apagas ninguno de mis deseos,
Tú eres el Señor del tiempo,
el momento te pertenece,
tu eterno presente quiero hacerlo mío,
realiza en mí
lo que en tu Sabiduría prevees:
si me llamas al ofrecimiento en el silencio,
ayúdame a responder,
haz que cierre los ojos
a todo lo que soy,
para que, muerto/a a mí mismo/a,
no viva sino para Ti.
Por Edith Stein
Artículo originalmente publicado por Oleada Joven