separateurCreated with Sketch.

El Papa: ¡Cuántas veces escandaliza la Misericordia!

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Radio Vaticano - publicado el 21/09/17
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Las 3 etapas de la llamada de Jesús a san Mateo explicadas por Francisco en una homilía en Casa Santa Marta

"La puerta para encontrar a Jesús es reconocerse pecador". Lo dijo el papa Francisco en la Misa en Casa Santa Marta del 21 de septiembre de 2017.

La homilía trata sobre la conversión de san Mateo. Un episodio pintado por Caravaggio en un cuadro muy querido por el Papa.

MATTHEW CARAVAGGIO
Domaine Public

Tres son las etapas del evento: encuentro, fiesta y escándalo. Jesús había curado a un paralítico y encuentra a Mateo, sentado en el banco de los impuestos.

Hacía pagar los impuestos al pueblo de Israel para darlos, después, a los romanos, y por esto era despreciado y considerado un traidor a la Patria.

1. Encuentro: una mirada y una palabra

Jesús le miró, le dijo: "Sígueme". Y él se levantó y le siguió, como narra el Evangelio de hoy.

Por una parte, la mirada de san Mateo, una mirada desconfiada: miraba "de lado", "con un ojo Dios", "con el otro el dinero", "aferrado al dinero, como le pintó Caravaggio", y también con una mirada desafiante.

Por la otra, la mirada misericordiosa de Jesús que -dice el Papa- le mira con mucho amor".

La resistencia de ese hombre que quería dinero, "cae": se levantó y le siguió. "Es la lucha entre la misericordia y el pecado", sintetiza el Papa.

El amor de Jesús pudo entrar en el corazón de aquel hombre porque "sabía que era pecador", sabía que "no era querido por nadie", incluso despreciado.

Y precisamente "esa conciencia de pecador abrió la puerta a la misericordia de Jesús". Por tanto, "dejó todo y se fue". Este es el encuentro entre el pecador y Jesús.

"Es la primera condición para ser salvado: sentirse en peligro; la primera condición para ser curado: sentirse enfermo. Y sentirse pecador, es la primera condición para recibir esta mirada de misericordia.

Pero pensemos en la mirada de Jesús, tan bella, tan buena, tan misericordiosa. También nosotros cuando oramos sentimos esta mirada sobre nosotros; es la mirada del amor, la mirada de la misericordia, la mirada que nos salva. No tengan miedo".

Como Zaqueo, también Mateo, sintiéndose feliz, invitó a Jesús a casa a comer.

2. Fiesta: celebrar la misericordia

La segunda etapa es de hecho  "la fiesta". Mateo invitó a los amigos, "los del mismo sindicato", pecadores y publicanos. Seguramente en la mesa hacían preguntas al Señor y Él respondía.

Esto –observa el Papa– hace pensar lo que dice Jesús en el capítulo XV de Lucas: "Habrá más fiesta en el Cielo por un pecador que se convierte, que por cien justos que siguen siendo justos".

Se trata de la fiesta del encuentro del Padre, "la fiesta de la misericordia". Jesús, de hecho, "desperdicia misericordia", por todos, afirma Francisco.

3. Escándalo: los que olvidaron el amor

De ahí el tercer momento: el del "escándalo". Los fariseos, viendo que publicanos y pecadores se sentaban a la mesa con Jesús, decían a sus discípulos: "¿Pero cómo es posible que vuestro Maestro coma junto con publicanos y pecadores?".

"Siempre un escándalo comienza con esta frase: ‘¿Pero cómo es posible?’", observa el Papa. "Cuando escuchen esta frase, huele mal" -subraya-  y "detrás viene el escándalo".

Se trataba, en resumen, de la "impureza de no seguir la ley". Conocían muy bien "la Doctrina", sabían cómo ir "por el camino del Reino de Dios", conocían "mejor que nadie lo que había que hacer" pero "habían olvidado el primer mandamiento del amor".

Así, "quedaron atrapados en la jaula de los sacrificios" quizás pensando: "Hagamos un sacrificio a Dios", hagamos todo lo que hay que hacer, "así nos salvamos".

En resumen, creían que la salvación venía de ellos mismos, se sentían seguros. "¡No! Nos salva Dios, nos salva Jesucristo", afirma el Papa.

"Ese ‘cómo es posible’ que tantas veces hemos escuchado entre los fieles católicos cuando ven obras de misericordia. ¿Cómo es posible? Y Jesús es claro, es muy claro: ‘Vayan y aprendan’. Les mandó a aprender, ¿no? ‘Vayan y aprendan qué quiere decir misericordia – (lo que) Yo quiero – y no sacrificios, porque Yo no vine a llamar a los justos, sino a los pecadores’".

Si quieres que Jesús te llame, y encontrarle...

"Si quieres ser llamado por Jesús, reconócete pecador".

Francisco exhorta, por tanto, a reconocerse pecadores, no en abstracto sino con "pecados concretos": "todos los tenemos", dice.

"Dejémonos mirar por Jesús con esa mirada misericordiosa llena de amor", prosigue.

"Hoy hay muchos, muchos … Y siempre, también en la Iglesia hoy. Dicen: ‘No, no se puede, todo está claro, es todo, no, no … Esos son pecadores, debemos alejarles’".

"También muchos santos fueron perseguidos o bajo sospecha. Pensemos en santa Juana De Arco, mandada a la hoguera, porque pensaban que era una bruja. ¡Una santa! Pensemos en Santa Teresa, sospechosa de herejía, pensemos en el beato Rosmini".

"‘Misericordia, yo quiero, y no sacrificios’. Y la puerta para encontrar a Jesús es reconocernos como somos, la verdad. Pecadores. Y Él viene, y nos encontramos. ¡Es tan hermoso encontrar a Jesús!".

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.