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El abrazo más esperado: Los patronos de Montevideo llegan para quedarse

PHILIP JAMES
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Pablo Cesio - Aleteia Uruguay - publicado el 08/10/17
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Las reliquias de los santos Felipe y Santiago también pueden ser veneradas en Uruguay El viaje fue muy largo, pero valió la pena. Luego de un periplo de más de 11.000 kilómetros y 13 horas de vuelo –además de permisos especiales en las aduanas- finalmente aconteció un hecho que había estado postergado desde hace siglos: nada más ni nada menos que el abrazo de los santos patronos de Montevideo, la capital de Uruguay, a su gente.

Justamente, los restos de los santos Felipe y Santiago “el Menor” permanecen en la Basílica de los 12 Apóstoles ubicada en Roma y fundada por el papa Pelagio en el Siglo VI.  Es ahí donde se conservan estas reliquias. En el año 2016 se les hizo un “reconocimiento” –apertura de tumba y análisis de contenido- y están expuestas para la veneración del público por primera vez desde el año 1879. Se trata de dos frascos que contienen restos del homóplato, una tibia, dientes y ropas de los santos apóstoles, recuerda el sitio web de la Arquidiócesis de Montevideo.

Sin embargo, gracias a gestiones realizadas por la Iglesia en Uruguay fue posible que el párroco de la basílica romana pudiera reservar durante ese proceso algunos de los restos para que pudieran ser enviados a la ciudad que los tiene como sus santos patronos.

Esto aconteció en las últimas horas y los restos llegaron de la mano de un cura italiano en relicarios y valijas especialmente acondicionadas. Pero quizás, la noticia más importante es que no se trata solo de una visita, sino que estas reliquias llegan a Uruguay para quedarse en un lugar especialmente arreglado en la Catedral Metropolitana de Montevideo.

¿Los patronos de Montevideo?

Fue San Felipe es uno de los apóstoles que recibió una de las preguntas de Jesús antes de uno de sus milagros más famosos, la multiplicación de los panes. “¿De dónde crees tú que podremos conseguir pan para tanta gente?”, le preguntó. Pero también fue San Felipe quien recibió una de las mejores respuestas durante la Última Cena: “Felipe, quien me ve a Mí, ve al Padre”.

Por su parte, Santiago “el Menor”, muy cercano a Jesús, era considerado el primer obispo de Jerusalén y una de las “columnas principales de la Iglesia”.

Pero más allá de la relevancia de estos santos apóstoles para la Iglesia universal, la gran interrogante es qué tienen que ver con la capital de Uruguay.  Precisamente, el vínculo de estos santos se remonta incluso antes de la fundación de Montevideo como tal.

Ante el avance de los portugueses en el Río de la Plata, España advirtió la necesidad de fundar una nueva ciudad y fue ahí que el gobernador de esa región en aquel tiempo – Siglo XVIII- Bruno Mauricio de Zabala fue el encargado de concretar la misión de fundar lo que actualmente se conoce como Montevideo.

Antes de su llegada al lugar, en el año 1726 quedó establecida la jurisdicción y poco tiempo después Pedró Millán, protagonista en la organización de la nueva villa, señaló que los santos Felipe y Santiago serían sus patronos. En cuanto al primero, la versión más común tiene que ver con Felipe V, el rey de España en ese momento. En cuanto al segundo, porque su fiesta se celebraba ese día, o sea, el 1 de mayo.

La novel ciudad quedó erigida recién en 1729 y durante un cabildo celebrado en 1730 se confirmó lo de sus patronos. Al principio, la celebración dedicada a estos santos se realizaba con gran solemnidad, pero con el correr de los años fue cayendo en desuso. Recién en 2014 el cardenal uruguayo y arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, logró revitalizar esta significativa fiesta. (Más info aquí)

¿Por qué llegan recién ahora?

La principal explicación está relacionada con un evento mariano de gran envergadura que se desarrolla por estos días en Montevideo y que cuenta inclusive con un mensaje especial del papa Francisco que será difundido en su totalidad durante la ceremonia de cierre.

 

 

“El día de la consagración a la Virgen recibiremos las reliquias. Son restos de los apóstoles y quedarán entre nosotros, serán colocados en la Catedral para ser venerados”, había expresado Sturla días antes.

Desde el 6 de octubre se realizaron varias charlas, talleres y conferencias, además de celebraciones religiosas, con el único fin de reflexionar sobre la figura de María.

 

 

En Uruguay, en momentos en que se desarrolla este Encuentro con María –el segundo Congreso Mariano de Montevideo- se vive también con júbilo el contacto directo con los santos patronos de una ciudad que tuvo que esperar siglos para el abrazo más esperado.

 

Con información de la ICM

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