¿Sale de la Biblia esa representación?En la cultura occidental, al pronunciar la palabra ‘Satán’ o ‘diablo’, de inmediato acude a la mente una imagen popular, una que consiste en un ser demoniaco con una cola puntiaguda, cuernos y pezuñas hendidas, llevando mallas rojas ceñidas y con una horqueta en la mano.
¿De dónde viene esta imagen? ¿Sale de la Biblia?
Quizás sorprenda saber que esta imaginería deriva tanto de la antigua mitología griega como del Libro de Apocalipsis.
Cuernos
El Libro de Apocalipsis describe una gran bestia (tradicionalmente asociada con Satán) de esta forma: “En seguida vi surgir de la tierra otra Bestia que tenía dos cuernos como los de un cordero, pero hablaba como un dragón” (13,11). San Juan añade en su explicación que esta bestia marca con un número particular a todos aquellos que le siguen: “El que tenga inteligencia calcule la cifra de la Bestia, porque es una cifra humana: 666” (13,18).
Pezuñas hendidas
Una de las mayores influencias sobre la representación moderna de Satán es el dios griego Pan. Es conocido como un dios de la naturaleza salvaje y muchas historias lo asocian con la lujuria. Los cristianos consideraban a todas las deidades paganas como encarnaciones del mal, pero las actividades grotescas y pecaminosas de Pan sumadas a su aspecto con patas de cabra lo convirtieron en un símbolo perfecto.
Cola puntiaguda
La cola de reptil es otro símbolo conectado con el Apocalipsis. San Juan escribe sobre “un enorme Dragón rojo (…). Su cola arrastraba una tercera parte de las estrellas del cielo, y las precipitó sobre la tierra” (12,3-4).
Horqueta
Hades, dios griego del inframundo, era representado con un bidente, un cetro con dos puntas que representaba su soberanía sobre los muertos. Ya que Satán es considerado el “señor” del Infierno, con frecuencia se le representa con un bidente.
Mallas rojas
El empleo de mallas rojas es más una invención reciente, muy influida por la animación de Disney de los “demonios”. Al mismo tiempo, también deriva del hecho de que en los teatros de moralidades medievales la figura de Satán era interpretada por un actor con atuendo rojo.
El escritor cristiano C.S. Lewis criticó el aspecto cómico del diablo, según escribió en sus Cartas del diablo a su sobrino (desde el punto de vista de un demonio): “El hecho de que los ‘diablos’ sean predominantemente figuras cómicas en la imaginación moderna te ayudará. Si la más leve sospecha de tu existencia empieza a surgir en su mente, insinúale una imagen de algo con mallas rojas, y persuádele de que, puesto que no puede creer en eso (es un viejo método de libro de texto de confundirles), no puede, en consecuencia, creer en ti”. Lewis sostiene que la representación teatral o cómica del diablo ha contribuido a la creencia de que lo demoniaco no existe.