7 claves para comunicar con claridad, eficacia y asertividad

Hablar de la comunicación es hablar del ser humano, reflexionar acerca de nosotros mismos, de nuestra propia personalidad y actitudes, y de las relaciones que establecemos con los demás al comunicar.

La persona que habla, que escribe, que comunica, de algún modo ejerce sobre los demás un poder de influencia que debe conocer y saber administrar. Las palabras crean realidades, despiertan ideas, fomentan actitudes, hacer aflorar emociones y provocan conductas en las personas que las reciben.

De ahí la importancia de los aspectos verbales y no verbales de la  comunicación, y del contexto en el que ésta se desarrolla. Debemos contemplar la comunicación como una herramienta fundamental en todos los contextos, especialmente el de los ámbitos sociales, académico y  laboral.

Comunicar con claridad, eficacia y asertividad es una virtud importante y clave en algunos ámbitos; especialmente si se tienen personas a tu cargo, de las que depende la productividad de tu empresa. Una comunicación poco asertiva y confusa puede generar malentendidos y problemas, por lo que es importante conocer las siete claves que te ayudarán a comunicarte con mayor eficacia.

Para mejorar la comunicación con los demás tenemos que asegurarnos que nuestro mensaje es:

Es importante que el mensaje sea claro para que tu audiencia lo entienda bien, y para eso tienes que tenerlo claro tú mismo. Si tú no estás seguro, los demás tampoco lo estarán; así que, antes de hablar o escribir, decide qué es exactamente lo que quieres comunicar de manera sintética.

Di lo que tengas que decir de la forma más sencilla y breve. Elimina frases o palabras innecesarias, ¿para qué utilizar dos párrafos si lo puedes decir en tres frases? Procura, además, que sea fácil de entender. Especialmente si es algo importante, que la gente no tenga que descifrar lo que quieres comunicar.

Sé específico y da todos los detalles necesarios, ni más ni menos. Que les quede claro cual es tu mensaje. En el contexto del trabajo, por ejemplo, no dejar dudas sobre qué hay que hacer, cuándo, cómo, dónde y con quién.

Procura adecuar tu estilo de comunicación a tu oyente, fíjate en los términos técnicos, elije bien tus frases y ¡pronuncia bien cada palabra!

Que lo que digas tenga su lógica, que todos los puntos que quieres transmitir estén conectados, se sigan de forma natural y sean relevantes para el mensaje.

Ser asertivo no significa ser agresivo. Es importante que comuniques con respeto y teniendo siempre en cuenta el momento que está viviendo a la otra persona, especialmente en situaciones delicadas.

No es imprescindible, pero la creatividad es una forma de mantener a tu interlocutor interesado. Es un modo eficaz para asegurar que el mensaje llegue de manera viva a los demás.

Comunicar es un arte. No se improvisa. Hay que prepararse para hacerlo con eficacia. Muchas veces perdemos ocasiones de comunicar bien porque nos ha faltado focalizar que en cada vez que nos relacionamos con los demás estamos comunicando y que comunicar requiere preparación y habilidad.