Los enviados del papa Francisco volvieron a Chile para cumplir con varios objetivos Monseñor Charles Scicluna, arzobispo de Malta, y monseñor Jordi Bertomeu, oficial para la Doctrina de la Fe, se encuentran en Chile en una segunda visita denominada Misión pastoral Osorno, la cual tiene 3 objetivos.
Primero, ser un signo de la cercanía del Papa con el pueblo y la Iglesia en Chile. También, prestar una ayuda técnica y jurídica concreta para las curias diocesanas de Chile, para que puedan dar respuestas adecuadas a cada caso de abuso sexual de menores cometido por clérigos o religiosos.
Por último, “la visita tiene el encargo de manifestar la particular cercanía del Papa con la Diócesis de Osorno y su querido pueblo, en el signo del servicio (Diakonia) y de la comunión (Koinonia), en un contexto de oración, de celebración litúrgica, de mutua escucha y de cordialidad”, explicaba el arzobispo de Malta.
Una vez concluida la lectura del comunicado de prensa los enviados del Papa se retiraron, y quedó Cristián Amaya, director de Comunicaciones del Arzobispado de Santiago y encargado de comunicaciones de la Misión pastoral Osorno, a cargo de responder las preguntas de la prensa.
Fue en ese contexto cuando dio a conocer una de las primeras medidas a corto plazo implementada por el Santo Padre en Chile “en el edificio de las Obras Misionales Pontificias (OMP), ubicado al costado de la Nunciatura Apostólica, el Vaticano instalará una oficina para recibir las denuncias en el futuro”.
Para Alejandro Álvarez, abogado canonista y vocero de Fundación Voces Católicas, la creación de esta oficina representa una forma clara de intervención del Vaticano en la Iglesia Chilena. “Esto ya se demuestra a través de la designación de los administradores apostólicos que reportan directamente a la Santa Sede”.
La creación de esta oficina se encuentra en la línea de la restitución de confianzas en la cual ha estado trabajando el Papa desde el 11 de abril con el envío de su primera carta a Chile después de recibir el informe de Monseñor Scicluna.
En esa oportunidad pidió perdón, después acogió en casa Santa Marta a los denunciantes de Karadima, posteriormente a sacerdotes y laicos también abusados; y por último con la aceptación de la renuncia de tres obispos, entre ellos Monseñor Juan Barros, y la designación de tres administradores apostólicos para las Diócesis Valparaíso, Osorno y Puerto Montt.
Otro importante objetivo que debe cumplir esta misión es la ayuda técnica y jurídica; y esto último se tradujo en un seminario realizado hoy en la Pontificia Universidad Católica de Chile el que fue organizado por el Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento a las Víctimas de la Conferencia Episcopal de Chile; la Asociación Chilena de Derecho Canónico y el Centro UC, Derecho y Religión de la Facultad de Derecho.
“La acogida de las víctimas denunciantes de abusos debe ser un principio rector en los procesos eclesiásticos. Benedicto XVI, el Papa emérito, dijo a los Obispos de Irlanda: “[Los dolorosos casos de abuso sexual de menores] son aún más trágicos cuando a cometerlos es un eclesiástico. Las heridas causadas por semejantes actos son profundas, y es una tarea urgente restablecer la confianza cuando ésta ha sido dañada”, explicó el arzobispo de Malta.
Por su parte, Ana María Celis, abogada Canónica y Directora Centro UC Derecho y Religión, comentó que un lineamiento solicitado por la Santa Sede era mayor celeridad en otorgar verosimilitud a los casos recibidos.
Incautación de expedientes eclesiásticos
Mientras se desarrollaba el seminario en la Pontificia Universidad Católica, en el tribunal Eclesiástico del Arzobispado de Santiago eran incautados los expedientes eclesiásticos de religiosos acusados de abusos sexuales contra menores, tanto en Santiago como en la Diócesis Rancagua.
Monseñor Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago, declaró lo siguiente: “El Fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, junto con efectivos del OS9 de Carabineros presentaron en el Arzobispado de Santiago una orden judicial de registro e incautación de antecedentes de parte de la jueza de garantía de Pichilemu, sexta región, señora Magistrado América Rojas sobre el proceso de investigación de abusos presentados a la Curia de Santiago”.
La investigación del caso había sido enviada por la Arquidiócesis a la Santa Sede. El Arzobispado de Santiago entregó al señor fiscal toda la documentación solicitada reiterando la disponibilidad de colaborar con la justicia civil en todo lo que sea requerido.
“Abramos las ventanas de la Iglesia”, dijo Juan XXIII al dar inicio el Concilio Vaticano II, eso es lo que está pasando hoy en la iglesia chilena, se están abriendo puertas y ventanas para volver a hacer esa iglesia profética a la cual Francisco llama a los laicos de Chile.