Estos 4 signos te ayudarán a saber si te amas de manera saludable
Haciendo un recorrido por las dimensiones de la persona, encontramos signos que nos dan una noción realista de nuestra autoestima
El amor a uno mismo puede estar sobrevaluado o subvaluado. Ante la ausencia de un saludable amor a sí mismo es posible frustrar el amor que recibimos de los demás al no considerarnos dignos, o bien generar limitaciones para darnos a los demás. Quien no se ama, no se considera valioso y no advierte lo que es y tiene para poder darse.
Por eso, es importante vivir el amor propio de manera realista; con conocimiento de las fortalezas y también de las debilidades, de manera que nos permita crecer en la autoconfianza y en la seguridad personal que son tan necesarias para aumentar nuestra capacidad de amar. Estos signos pueden servirnos como parámetro para evaluar cómo lo estamos haciendo.
Salud
En la dimensión física el signo es la salud. Si dejamos de cuidarnos y no nos preocupamos por mantener una alimentación nutritiva y saludable, incorporar el ejercicio físico rutinario o destinar tiempo al descanso, el cuerpo nos dará señales de que no estamos bien. Vivir el saludable amor a uno mismo implica poner energía en cuidar nuestra salud.
Paz
El signo en la dimensión afectiva es la paz. San Agustín decía que “la paz es la tranquilidad en el orden”. Cuando tenemos una relación armoniosa con nuestros amigos, compañeros de trabajo o estudio, familiares y compañeros de deporte, estamos teniendo un signo de calidad de salud psíquica. Estamos en paz. Amarnos bien implica construir lazos de paz en nuestras relaciones con los demás.
Vocación
La forma de amarse a uno mismo en la dimensión racional es identificar lo propio, nuestros talentos y aquello por lo que tenemos pasión. Donde hay talento y pasión, hay vocación. Y allí está la mayor posibilidad de darnos, de desarrollarnos y alcanzar nuestra plenitud. No hay crecimiento si no es en la línea de lo propio. Vivimos un amor propio real cuando damos el mejor servicio a los demás en aquello que nos es propio.
Amor
La dimensión social contiene como signo el amor. Cuando en nuestras intenciones, que involucran las relaciones interpersonales que vivimos a diario, hay una actitud sincera de buscar el bien de los demás, de afirmarlos, de hacer lo que está en nuestras manos para que puedan desarrollarse y alcanzar su plenitud, estamos construyendo una autoestima saludable. La visión puesta en el otro, nos aparta del egoísmo y nos permite amar mejor.