El Pontífice firma junto al Imán de Al-Alzhar el “Documento por la Fraternidad Humana” frente a 500 líderes religiosos del mundo: “No hay alternativa: o construimos el futuro juntos o no habrá futuro”. “No podemos invocar a Dios, Padre de todos, si nos negamos a conducirnos fraternalmente con algunos hombres, creados a imagen de Dios”. Así lo afirmó el papa Francisco en su discurso en el Memorial que recuerda el fundador de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) este lunes 4 de febrero de 2019.
Por eso, invitó, “en lo referente al futuro del diálogo interreligioso, la primera cosa que debemos hacer es rezar. Y rezar los unos por los otros: ¡somos hermanos! Sin el Señor, nada es posible; con él, ¡todo se vuelve posible!”.
De frente a una platea de líderes religiosos y la mayoría musulmanes, el Papa instó a trabajar por la educación y la justicia. “Educar —en latín significa extraer, sacar— es descubrir los preciosos recursos del alma”.
“Es confortador – continuó- observar que en este país no solo se invierte en la extracción de los recursos de la tierra, sino también en los del corazón, en la educación de los jóvenes…Junto a la famosa máxima antigua “conócete a ti mismo”, debemos colocar “conoce a tu hermano”: su historia, su cultura y su fe, porque no hay un verdadero conocimiento de sí mismo sin el otro”.
En el octavo centenario del encuentro entre san Francisco de Asís y el sultán al-Malik al-Kāmil, el Papa sostuvo que aceptó a venir a EAU como “un creyente sediento de paz, como un hermano que busca la paz con los hermanos. Querer la paz, promover la paz, ser instrumentos de paz: estamos aquí para esto”.
El Pontífice destacó que la fraternidad y la libertad de religión son elementos importantes de este nuevo puente entre cristianismo e islam. En este contexto, aseguró que “la actitud correcta no es la uniformidad forzada ni el sincretismo conciliatorio”.
“Lo que estamos llamados a hacer, como creyentes, es comprometernos con la misma dignidad de todos, en nombre del Misericordioso…la fraternidad en la diversidad”, expresó.
El Papa reafirmó la convicción de la Iglesia Católica: “No podemos invocar a Dios, Padre de todos, si nos negamos a conducirnos fraternalmente con algunos hombres, creados a imagen de Dios”.
El obispo de Roma hizo su discurso en italiano, la lengua de su diócesis, y subrayó, también las cuestiones abiertas en el llamado a ser custodios de la familia humana:
“¿Cómo protegernos mutuamente en la única familia humana? ¿Cómo alimentar una fraternidad no teórica que se traduzca en auténtica fraternidad? ¿Cómo hacer para que prevalezca la inclusión del otro sobre la exclusión en nombre de la propia pertenencia de cada uno? ¿Cómo pueden las religiones, en definitiva, ser canales de fraternidad en lugar de barreras de separación?”.
Francisco explicó que la familia humana necesita de “diálogo cotidiano y efectivo”. “Presupone la propia identidad, de la que no se debe abdicar para complacer al otro. Pero, al mismo tiempo, pide la valentía de la alteridad, que implica el pleno reconocimiento del otro y de su libertad”.
Porque sin libertad – insistió – “ya no somos hijos de la familia humana, sino esclavos. De entre las libertades me gustaría destacar la religiosa”.
El Papa también recordó a los cerca de un millón de cristianos que viven en EAU y que contribuyen al país.
El Papa no evitó los temas más espinosos y denunció la guerra y la violencia en Yemen, Siria, Irak y Libia. Apenas ayer, había recordado el sufrimiento de un millón de niños en Yemen.
“Juntos, hermanos de la única familia humana querida por Dios, comprometámonos contra la lógica del poder armado, contra la mercantilización de las relaciones, los armamentos de las fronteras, el levantamiento de muros, el amordazamiento de los pobres; a todo esto nos oponemos con el dulce poder de la oración y con el empeño diario del diálogo”.
Abogó por una “convivencia fraterna basada en la educación y la justicia”.
“La fraternidad humana nos exige, como representantes de las religiones, el deber de desterrar todos los matices de aprobación de la palabra guerra. Devolvámosla a su miserable crudeza. Ante nuestros ojos están sus nefastas consecuencias”, expresó.
En sus alocuciones, Francisco y el Imán de Al-Alzhar lanzaron y firmaron el “Documento sobre la Fraternidad Humana” para difundir la cultura de la tolerancia en todo el mundo en versión en idioma árabe e inglés.
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Se trata de la declaración de Abu Dhabi, texto histórico, en que los líderes de las dos principales religiones monoteístas del mundo, invitan a la reconciliación de todos los fieles (cristianos y musulmanes) e incluso no creyentes.
Además, se instauró un premio por la reconciliación, cuyo anunció estuvo a cargo del Jeque Sheikh Mohammed Bin Rashid Al Maktoum, Vice Presidente y Primer Ministro de los EAU. Los primeros premiados han sido el líder de la Iglesia Católica y el Gran Imán de Al-Azhar.
Por su parte, en su discurso el Gran Imán exhortó a los líderes del mundo a abandonar sus “intereses” y trabajar por un “mundo pacificado” y sin guerras. “El terrorismo se ha convertido en una amenaza global” sostuvo.
Exhortó por un ética de la religión y recordó el tributo altísimo debido al atentado de las Torres Gemelas en New York 2001, pagado con sangre cristiana y musulmán, con la sucesiva onda de violencia y contraposición. Lamentó que los medios de comunicación describan al mundo islámico como “bárbaro”.
En más de una ocasión, Al-Tayyib, definió al Papa como un “hermano”, “misericordioso” y un “aliado” en esa búsqueda de la paz y para evitar que la religión sea “marginada en la sociedad”.
Igualmente, rechazó el uso instrumental de la religión como “causa de la guerra”. “Esto ha hecho tomar un camino equivocado a muchos jóvenes”. Y remarcó las “desviaciones” interpretativas de los textos sagrados para usar la religión contra el hombre.
En este sentido, un paso adelante, ha sido el llamado que hizo Al-Tayyib para que se extienda el concepto de ciudadanía en los países árabes y no. Pues, en varios países, ser musulmán, significa ciudadanía, caso contrario, a para los demás fieles. Asimismo, instó a los musulmanes a convertirse en ciudadanos modelos en los países donde se encuentren inmigrantes.
En el marco el encuentro interreligioso, el Pontífice habló de una reunión de hombres de buena voluntad, para que no se rindan a los “diluvios de la violencia y la desertificación del altruismo. Dios está con el hombre que busca la paz. Y desde el cielo bendice cada paso que, en este camino, se realiza en la tierra”.
Mañana, martes, el Papa Francisco presidirá una misa en el Estadio de Abu Dhabi, en el Zayed Sports City para reconfortar y animar en la fe a 120.000 fieles cristianos.
Así ha sido la llegada de #PapaFrancisco a los Emiratos Árabes. #Aleteia te lo cuenta https://t.co/uXQOFMFTwq
— Aleteia (@AleteiaES) February 4, 2019
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