El celibato sacerdotal comentado por el jefe de los obispos a propósito del inicio del próximo Sínodo Especial para la Región Pan-Amazónica en el Vaticano (6-27 de octubre de 2019)El papa Francisco ha convocado un Sínodo del 6 al 27 de octubre 2019, en el Vaticano, en el que participarán 185 obispos de todo el mundo. Ahí, se escuchará la voz de los pastores, expertos, científicos y de la iglesia misionera que está preocupada por el cuidado pastoral de las poblaciones y pueblos originarios de los 9 países que viven en las zonas ribereñas de la Amazonía. Hasta aquí las cosas parecen tener una causa compartida.
Sin embargo, la polémica se alimenta en relación con la propuesta presente en el documento de trabajo, que aún afirmando que el celibato es un don para la Iglesia, pide que, para las zonas más remotas de la región, se estudie la posibilidad de la ordenación sacerdotal para personas ancianas, preferentemente indígenas, respetadas y aceptadas por su comunidad.
El cardenal Marc Ouellet explicó que era “escéptico” sobre el tema de la ordenación sacerdotal de los llamados, viri probati, hombres casados, jefes de familia, de fe consolidada. Pero, indicó que el Sínodo de la Amazonia debe tratar la cuestión. Lo dijo el 2 de octubre 2019 durante una conferencia de prensa en Radio Vaticano para presentar su libro: Amici dello Sposo (Amigos del esposo), editorial Cantagalli. Para una visión renovada del celibato sacerdotal.
En efecto, este punto ha suscitado polémicas, tanto dentro como fuera de la Iglesia, aunque se trate de una sugerencia para paliar la escasez de vocaciones sacerdotales y para llevar la eucaristía y los demás sacramentos a poblaciones remotas de la Amazonia. Por ejemplo a comunidades que en Brasil ven a un sacerdote u obispo dos veces al año.
El prefecto de la Congregación para los Obispos, opinó, que para dar “una cara amazónica” a la Iglesia en esa región no “hay alguna necesidad” de viri probati en esta región.
Con su libro, el cardenal canadiense dijo querer apoyar el debate que se abrirá la próxima semana en el Sínodo, reafirmando la importancia del celibato sacerdotal para que las distintas voces del Sínodo tengan elementos suficientes de “discernimiento”.
Advirtió que “esta prospectiva” sobre la ordenación de viri probati, puede parecer atractiva para algunos, y, además, fuente de inquietud, si se tiene en consideración que se mezclan elementos ideológicos y estratégicos para alcanzar resultados ambiciosos y más importantes a nivel mundial”.
El cardenal Ouellet desmarcó al papa Francisco de abrazar corrientes liberales o de cambio en la doctrina. Por el contrario, indicó que el pontificado está siendo objeto de ataques de fuerzas que proponen reformas que sobrepasan las intenciones y las orientaciones del pontífice.
“El Papa ha claramente puesto la operación sinodal sobre la Amazonía bajo la acción del Espíritu Santo y en un clima de oración, de diálogo y de apertura a lo nuevo. Él cuenta, no obstante, con la libre discusión para garantizar un discernimiento útil a la evangelización en el contexto en el cual se enfrentan no solo ideas divergentes sobre la inculturación y sobre la interculturalidad, pero también intereses contrarios y fuerzas hostiles a la influencia de la Iglesia”.
Según el cardenal, antes de los ‘viris probatis’, se necesita considerar que en varias iglesias locales de la cuenca amazónica se puede aumentar el número de catequistas y diáconos. Además, escribió que el celibato de los sacerdotes, es “una realidad de inigualable potencial para la evangelización”.
Para el prelado, el celibato sacerdotal debe ser entendido como “un acto de fe” sólo para “totalmente pertenecer” al Señor y servir al “ministerio de la Palabra”, por eso los sacerdotes deben comprometerse íntegramente con este estado de vida.
El hecho de que un hombre pueda junto a una mujer conformar una familia- uno de los dones más bellos en la Iglesia – no significa que el celibato no sea un valor para defender en la misión invocada por Cristo, pues, el sacerdocio, afirmó, es una realidad de un “potencial evangelizador incomparable”.
Ouellet, admite, en su obra, que lo que suceda en el Sínodo de la Amazonía tendrá un impacto no solo en esa región, sino en el mundo. Sin referirse al caso especifico del documento de un posible sinodo de la Iglesia en Alemania que desea discutir sobre otras opciones al celibato.
El cardenal defendió el celibato, pero admite que es necesario buscar otras vías para la evangelización de los pueblos originarios que no significa, en su opinión, buscar alternativas que reduzcan la misión a “cosmovisiones amazónicas”, forzando a una especie de sincretismo velado.