Tenía un don muy particular y quiso compartirloEn la iglesia de los capuchinos en Roma, Santa Maria de la Concepción entre el 1831 y 1846 vivía un fraile llamado Pacífico, muy popular y buscado por la gente. Y no era tanto por su carisma de buen franciscano, sino porque tenía un don muy particular. Era capaz de dar los números para ganar la lotería con increíble certeza.
En aquel tiempo el juego de la lotería estaba a cargo de los Estados Pontificios, o sea del Vaticano, y fray Pacífico digamos no “contribuía” a que se conservara las ganancias, sino todo lo contrario; por lo tanto decidieron trasladar al religioso al norte de Italia prohibiéndole de revelar números a cualquier persona que se lo pidiese.
Fray Pacífico obedeció un poco a regañadientes, pidiendo despedirse del pueblo romano. Así que desde lo alto de la escalera saludó a los romanos diciendo:
“Roma si santa eres, ¿por qué eres tan cruel?. Si dices que eres santa, entonces mentirosa eres”
“Roma se santa sei (66)perché crudel se’ tanta? (70)se dici che sei Santa (16/60)Allora bugiarda sei!” (6)”
Estas líneas dichas en italiano contenían números escondidos, que los viejos jugadores de azar cazaron en el acto; y ese día, obviamente, saltó el banco de la lotería.
Lo curioso que hasta el día de hoy muchos italianos, intentan ganar la lotería usando una tabla que otro capuchino inventó en base a los conocimientos de fray Pacífico. Y que al decir verdad, poco funciona porque realmente ganar la lotería es simplemente cuestión de fortuna, de mucha fortuna.
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