Una persona celíaca no siempre es delgada ni pierde peso
Cuando se presenta una persona en el consultorio por posible enfermedad celíaca, el motivo y síntoma más frecuente es la diarrea seguida del dolor abdominal. Esta es la sintomatología inicial característica de la enfermedad celíaca clásica, que por lo general viene acompañada de pérdida de peso y anemia.
Pero es importante comenzar a considerar que una persona celíaca, no siempre pierde peso, o presenta bajo peso a pesar de presentar un daño intestinal que interfiere con el proceso de absorción de nutrientes, sino que puede tener sobrepeso y obesidad, antes, durante o después del diagnóstico.
Incluso, aquellos celíacos con un peso normal, luego de diagnosticados y haber comenzado una dieta libre de gluten, son más propensos a desarrollar sobrepeso u obesidad en el futuro. ¿Por qué?
A pesar de que aún no se conoce específicamente las causas de esta relación entre celiaquía y obesidad, los investigadores se lo atribuyen a varias razones.
- Por un lado, porque al disminuir o desaparecer la sintomatología mejora la absorción de nutrientes y por ende comienzan a comer más cantidad.
- Por otro lado, porque muchos celíacos tienden realizar una dieta poco saludable.
- Y por último porque existe una relación entre la atrofia de las vellosidades con la alteración del funcionamiento de la vesícula que provoca la disminución de la hormona CCK.
Una dieta poco saludable
Diferentes estudios vinculan la obesidad en los celíacos con su dieta, ya que tienden a una dieta de mayor contenido calórico, proteico y de grasas, y a su vez presentan una baja ingesta de alimentos ricos en fibra.
A su vez piensan que esto puede ocurrir porque es frecuente el consumo de productos industriales sin gluten como galletas, panes, bizcochos, pizzas, pastas, lo cuales su mayoría son de alto valor calórico. Además, suelen contener grasas de baja calidad nutricional como las trans, y saturadas, y son ricos en azúcares refinados.
Todo esto contribuye a la aparición no solo de sobrepeso y obesidad sino también a otras enfermedades asociadas como la hipertensión y la diabetes.
Disminución de la sensación de saciedad
Por otra parte, señalan que la celiaquía está relacionada con la vesícula biliar y con la atrofia de las vellosidades del intestino, lo que habitualmente conlleva una alteración en la producción de la hormona CCK. Esta hormona al estar alterada produce una sensibilidad en la vesícula, que hace disminuir la motilidad intestinal (es decir la acción fisiológica que lleva la comida desde la boca hasta el ano) y por consiguiente también disminuye la sensación de saciedad.
Del mismo modo, cuando se realiza una dieta sin gluten estricta se recuperan las vellosidades intestinales, haciendo que se normalicen los niveles de la hormona, CCK. Pero a pesar de ello, los que no se recuperan son los receptores de esta hormona en la vesícula o en el hígado. Por lo tanto, continúa disminuida la sensación de saciedad, provocando la ingesta de una mayor cantidad de alimento para sentirse satisfechos predisponiendo a largo plazo a desarrollar sobrepeso y obesidad.
¿Lo que sí y lo que no debe contener una dieta sana para los celíacos?
Sí a
- Vegetales y frutas
- Leche y derivados
- Huevos
- Legumbres
- Soja
- Arroz, maíz, tapioca
- Aceite
- Café y té natural (no instantáneos)
No a:
- Alimentos con gluten, o sea la proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno, las proteínas del gluten del trigo (gliadina) y todas sus variedades (trigo duro, kamut, espelta), del centeno (secalina), de la cebada (hordeína) y del triticale (híbrido de trigo y centeno). En el caso de la avena solo podría consumirse si estamos seguros que está en estado puro (o sea no contaminada por harina de trigo)
- Evitar alimentos ultraprocesados industrialmente, ya que debemos primero asegurarnos mediante el etiquetado nutricional que sea libre de gluten y trazas, y además porque proceden de una cadena alimenticia larga, con mayor manipulación y tienen mayor cantidad de sal e incorporan aditivos.
- Es muy importante conocer y tener a mano el listado de alimentos y bebidas libres de gluten de tu país.
Es fundamental acudir a un nutricionista para que nos brinde toda la información necesaria, que nos eduque para realizar una dieta libre de gluten que aporte los necesarios requerimientos nutricionales y los nutrientes críticos (proteínas, hierro, calcio y zinc) y a la vez sea saludable e hipocalórica.
¿Por qué no es recomendable seguir una dieta sin gluten si no eres celíaco?