En 2013, el astronauta de la NASA Michael Hopkins recibió permiso para volar con la Eucaristía. Ahora es el comandante de Resilience de SpaceXEste domingo cuatro astronautas de la NASA hicieron historia con el lanzamiento de una nave espacial construida por SpaceX, una empresa espacial privada. El viaje de 27 horas a la Estación Espacial Internacional es el primer vuelo operativo de la nave espacial Crew Dragon y podría representar el primer paso hacia los viajes espaciales comerciales.
Michael Hopkins, el astronauta que voló con la Eucaristía
Se espera que el comandante Michael S. Hopkins y la tripulación de la nave espacial Resiliance permanezcan en la Estación Espacial durante seis meses. Sin embargo, no es la primera vez que Hopkins hace historia.
En su primera misión espacial en 2013, fue el protagonista de algo que ningún astronauta había hecho antes. Llevó consigo una carga muy preciada: un pequeño contenedor con la Eucaristía
El astronauta, originario de Missouri (Estados Unidos), era miembro de la tripulación de la Expedición 37/38 que viajó a la Estación Espacial Internacional en un transbordador ruso Soyuz.
Poco después de ser elegido para esa misión, Hopkins, cuya esposa e hijos practicaban la fe católica, decidió unirse también.
En una entrevista con el National Catholic Register, Hopkins le dijo a Kathleen Naab que después de ser confirmado como católico había pensado en su próxima misión de seis meses sintiendo que faltaba algo.
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¿Renunciar a la Eucaristía?
Lamentó tener que renunciar a lo que el Catecismo de la Iglesia Católica define como “fuente y cumbre de la vida cristiana”, la Sagrada Eucaristía.
“Empecé a preguntarme: ‘¿Existe alguna posibilidad de que yo pueda llevar la Eucaristía al espacio?’, Algo que generalmente no se hace, ya que no se administra la Comunión solo”. Con la ayuda de su pastor y diácono, Hopkins obtuvo permiso para llevar la Eucaristía al espacio. Se convirtió en el primer astronauta que voló con la Eucaristía.
“Trabajaron muy duro para que esto sucediera, y pude traer conmigo un pequeño recipiente con seis hostias divididas cada una en cuatro partes, para tener la oportunidad de recibir la Comunión 24 veces en órbita”, dijo.
Recibiendo la Comunión en el espacio
Habiendo recibido permiso de la agencia espacial rusa para llevarse el contenedor con él, Hopkins había superado todos los obstáculos logísticos y pudo recibir la Comunión en los momentos importantes de la misión.
“Se abrieron todas las puertas, y pude llevar la Eucaristía y recibir la Comunión prácticamente todas las semanas”.
“Un par de veces recibí la Comunión en ocasiones especiales: hice dos caminatas espaciales, y en la mañana de ambos días, cuando salí, tomé la Comunión. Realmente me ayudó saber que Jesús estaba conmigo cuando abrí la puerta para ir al espacio ”.
Recibí mi Última Comunión el último día en órbita en la ‘Cúpula’, el ventanal que mira hacia la Tierra, y fue un momento muy especial antes de regresar a casa ”.
Una custodia que rodea el planeta Tierra
No sabemos si Hopkins volvió a volar con la Eucaristía con él también en este viaje, pero sospechamos que su intención era hacerlo.
Si lo hizo, Resiliance será, en palabras de una monja que ha mantenido correspondencia con él desde su última misión, “una custodia que vuela allí, rodeando el planeta Tierra”.