¡Alegría, Cristo ha resucitado! Este grito retumba en todo el mundo y en especial en América Latina. Es que a pesar de las angustias y los sacudones cotidianos, la Pascua llena los corazones y se convierte en tiempo de esperanza pues la muerte no tiene la última palabra.
Esta misma alegría y confianza es la que ha motivado a lo largo de los años también a plasmar la imagen del resucitado o del Cristo majestuoso a través de diversas representaciones en sitios variados, muchos de ellos en lo alto de montañas y cimas.
En América Latina hay muchas imágenes famosas que muestran a Cristo con los brazos abiertos y abrazando a sus hijos.
Debido a esto vale la pena recordar una reflexión del propio Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, en su libro Jesús de Nazaret (desde la entrada de en Jerusalén hasta la resurrección) publicado en 2011 (ediciones encuentro y distribuido por Planeta).
«En el gesto de las manos que bendicen se expresa la relación duradera de Jesús con sus discípulos, con el mundo», dice Benedicto en uno de los pasajes.
«Por la fe sabemos que Jesús, al bendecir, tiene sus manos extendidas sobre nosotros. Esta es la razón permanente de la alegría cristiana», concluye.
A continuación cinco imágenes potentes en América Latina:
Cristo Redentor Río de Janeiro
La más famosa, la más icónica de Brasil y América Latina. Es imposible hacer un recorrido visual por majestuosas imágenes sin hacer referencia al Cristo Redentor de Río de Janeiro en el cerro Corcovado.
En 2021 la imagen celebró su aniversario número 90. Para ello se han dispuesto trabajos de restauración. Pero en los últimos años la imagen también se ha transformado en símbolo de esperanza en medio de la pandemia del coronavirus, siendo Brasil uno de los países más afectados a nivel mundial.
No han sido pocas las instancias de oraciones y homenajes desde el Cristo Redentor en ese tiempo tan difícil. Ahí está él, siempre al lado de sus hijos.
Cristo de Los Andes (Argentina-Chile)
Está ubicado en una zona fronteriza entre Argentina y Chile. Otra famosa imagen, esta vez también como bendiciendo a 3.854 metros sobre el nivel del mar. Ubicado en el Cerro Santa Elena de Mendoza, la figura del Cristo Redentor de siete metros de alto y cuatro toneladas de peso.
«Se desplomarán primero estas montañas, antes que argentinos y chilenos rompan la paz jurada a los pies del Cristo Redentor», se reza a los pies de esta imponente imagen, símbolo de la siempre anhelada fraternidad entre los países hermanos, tal cual recordaba un artículo de Estaban Pittaro en Aleteia sobre esta emblemática imagen cargada de paz y simbolismo
Cristo de la Concordia (Bolivia)
Otro Cristo majestuoso e inmenso en América Latina. Su nombre es Cristo de la Concordia y desde la colina San Pedro a más de 250 metros sobre la ciudad abraza a los pobladores de Cochabamba (Bolivia). Una imagen de colosales dimensiones (34.20 metros sin contar el pedestal que mide 6.24 metros), incluso superiores a las del famoso Cristo Corcovado en Río de Janeiro en Brasil (30 metros) y solo superada por la de Cristo Rey de Swiebodzin en Polonia (36 metros).
Su construcción data de 1988 con motivo de la visita del papa Juan Pablo II a Bolivia. Sin embargo, a pesar de tanta grandeza y de millones de turistas que suelen acercarse hasta el lugar para contemplarlo, en los últimos años la imagen no ha estado exenta de abandono y deterioro.
A pesar de esto, la imagen sigue ahí, entre anhelos de proyectos de mejora y abrazando a sus hijos.
Cristo de Yungay (Perú)
Otra estatua gigante de Cristo, esta vez ubicada en la ciudad de Yungay (Perú). Su origen tiene sabor a homenaje y su ubicación también llama la atención, pues está en el cementerio general de Yungay. Precisamente, con este Cristo se ha buscado recordar a los 70.000 fallecidos y más de 200.000 desaparecidos tras un famoso terremoto ocurrido en 1970 y que afectó a toda la comunidad.
Hoy esta imagen, en tiempos convulsos para la nación sudamericana, vuelve a cobrar relevancia y llena de consuelo con sus brazos extendidos.
Cristo Tihualtán (México)
Al norte del continente, en México, las imágenes de Cristo también abundan y son elocuentes. Sin embargo, ahora vale la pena contemplar una de ellas, la imagen monumental localizada en Tihualtán.
Este lugar, también conocido como «la ciudad de las esculturas» se suma al amplio repertorio de la presencia de Cristo en el continente. Una obra similar a la del Cristo Redentor de Brasil, pero que abraza a todos en un punto alto de las América.
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