Sabemos poco de san Leónidas de Alejandría y, sin embargo, los datos que nos han llegado acerca de su vida hacen pensar en un hombre recio, de fe inquebrantable, y en un padre amoroso.
San Leónidas fue el padre de Orígenes, una de las mentes más sabias que ha dado la Historia del Cristianismo.
Sabemos que eran de Alejandría (Egipto), la ciudad que contaba con la Biblioteca más amplia del mundo de entonces. Orígenes escribió más de 2.000 estudios de teología, entre ellos el "Tratado sobre los primeros principios", que ayuda a comprender de forma sistemática la fe cristiana. Sabemos que sufrió torturas en tiempos del emperador Decio por ser cristiano y que, a consecuencia de las heridas, murió tres o cuatro años más tarde.
Pero la historia de Orígenes arranca de su padre, que dio ejemplo de fe y de valentía al hijo, y al mismo tiempo lo colmó de verdadero amor.
San Léonidas murió mártir. Fue decapitado en torno al año 202 por orden del prefecto Lacto. Orígenes tendría entonces 18 años. A la familia se le expropiaron las posesiones. Esto era lo que implicaba ser cristiano en aquel momento.
Al pensar en el testimonio último de su padre, le vendrían a la cabeza a Orígenes los recuerdos de la infancia y la adolescencia.
Y hay un pequeño gesto que condensa cómo era este padre.
Cuenta el beato Carlo Gnocchi, un sacerdote italiano de la primera mitad del siglo XX, que cuando Orígenes era pequeño, cada mañana san Leónidas despertaba a su hijo dándole un beso en el corazón. Lo hacía así porque tenía en cuenta que el niño era templo de la Santísima Trinidad.
"...al inclinarse cada mañana para besar el corazón de su pequeño hijo, reconociendo y adorando en su pecho la Trinidad presente y operante", dice Gnocchi.
Esta acción responde a aquellas palabras de san Pablo en la primera Epístola a los Corintios:
¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él. Porque el templo de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo.(1 Cor 3, 16-17)
Besar a un bebé o un niño en el corazón es un pequeño gesto que todo padre puede seguir haciendo hoy, en el siglo XI, y que igualmente habla del amor lleno de fe y de esperanza.
Seguramente san Léonidas le contaría a su hijo a cierta edad por qué le daba aquel beso de buena mañana. Y sin duda esto hizo que Orígenes grabara en su corazón una unión tan fuerte con Dios.
Orígenes es hoy doctor de la Iglesia y sus textos siguen dando chispazos a muchas inteligencias que estudian más a fondo a Dios.
*En el santoral celebramos san Leónidas el 22 de abril.