El 19 de junio de 2021, el Papa Francisco autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos a promulgar el decreto relativo al reconocimiento de las virtudes heroicas del francés Robert Schuman (1886-1963), uno de los padres fundadores de la Unión Europea. Así se convierte en venerable.
La causa de beatificación de quien fue el origen de la Declaración del 9 de mayo de 1950, texto fundacional de la construcción europea, ha dado un gran paso adelante.
Al reconocer como venerable a Robert Schuman, la Iglesia Católica considera que el político vivió plenamente las virtudes cristianas. Este título de venerable es el primer paso decisivo en el camino hacia la santidad.
El proceso de Robert Schuman se abrió en 1990. La fase diocesana de la investigación en la diócesis de Metz, en la que había muerto el ex presidente de la Asamblea Parlamentaria Europea, finalizó en 2004.
El retraso es el resultado de las precauciones tomadas por el Papa Juan Pablo II, que quería evitar una recuperación política de la figura católica, según afirma a I.MEDIA una fuente cercana al expediente.
Esto no impidió que el pontífice polaco citara repetidamente la obra de Robert Schuman, un hombre "inspirado por una profunda fe cristiana". Benedicto XVI también elogió su acción, acogiendo con satisfacción su participación en la construcción europea e insistiendo en que conserve la herencia cristiana deseada por sus Padres Fundadores.
En cuanto al Papa Francisco, sus referencias al político han sido numerosas desde el inicio de su pontificado. “Puedes convertirte en santo haciendo política”, saludó, refiriéndose al francés frente a unos 5.000 miembros de la rama italiana de la Comunidad de Vida Cristiana (CVX) en 2015.
Ahora se abre una nueva fase del proceso de Robert Schuman. Para que sea declarado beato, segundo reconocimiento de la Iglesia, la Congregación para las Causas de los Santos debe poder dar fe de un primer milagro vinculado a la intercesión del Venerable. Un segundo milagro traerá consigo el reconocimiento final de la santidad y la canonización.