¿Sientes a veces que te gustaría elevarte un poco de esta tierra y disfrutar el amor que te permite intuir cómo será el cielo? Cuando la miseria de este mundo te robe la esperanza, busca a María, que ya está en la gloria y a la vez permanece contigo. Aquí tienes, para ayudarte a encontrarla, una oración de la Asunción:
Una preciosa oración
Querida Madre María:
Levanto mi mirada de la tierra y mis ojos encuentran descanso en ti.
Tu mirada acogedora, tu rostro maternal, esas manos que abrazaron a Jesús y a tantos...Pienso ahora en el día en que fuiste al cielo
y pasaste de este mundo a disfrutar de la unión sin límite con Dios.Tu manto azul que protegió a Jesús en su vida en la tierra
llega ahora hasta mí y me envuelve dándome seguridad y paz.
Tus vestiduras blancas se han vuelto aún más puras
deslumbrándome con la luz de Cristo que ya es la tuya
y recibo tu comprensión, esperanza, paz, amor.Madre admirable,
tus hijos reconocemos hoy lo que Dios quiso para ti:
que su amor desde siempre te levantó de la tierra
y para siempre te elevó a las alturas que nosotros aquí todavía anhelamos,
hasta el Reino celestial donde nos esperas,
donde un día descansaremos por fin
y nos llenaremos como tú de gracia, de Dios.¡Vivas y reines por siempre, María,
en nuestros corazones, en nuestras almas,
así en la tierra como en el cielo!