La toma del poder de los talibanes en Afganistán, tras la retirada de las tropas estadounidenses, ha levantado una oleada de solidaridad en el mundo que, en los tiempos modernos al menos, no tiene precedentes.
Por lo pronto en América Latina tres países se han abierto a ofrecer asilo y ayuda a refugiados y ciudadanos afganos que han salido huyendo, asediados por las milicias talibanes quienes, tras veinte años de ocupación occidental, han retomado el poder.
Inmediatamente, los gobiernos de Chile, México y Costa Rica han ofrecido visados especiales a refugiados afganos, especialmente a mujeres que contemplan con terror la vuelta del extremismo de los talibanes en contra de sus derechos y de su dignidad.
Aunque éstos han ofrecido apertura a las mujeres y las han “invitado” a unirse en diversos renglones de la vida pública de Afganistán, lo cierto es que han sido muy enfáticos en hacerlo solamente si cumplen con la ley islámica y el historial muestra que tales invitaciones son solamente retóricas.
Para las mujeres afganas y para prácticamente todas las naciones del mundo occidental, la toma del poder por parte de los talibanes significa una verdadera desgracia, especialmente para las universitarias, para las trabajadoras, para las activistas de derechos humanos y para las niñas.
Uruguay, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Honduras, Guatemala y Paraguay firmaron una declaración conjunta junto a otros 10 países más donde se manifiesta una profunda preocupación "por las mujeres y niñas afganas, su derecho a la educación, al trabajo y a su libertad de circulación".
"Hemos iniciado el procesamiento de las primeras solicitudes de refugio de ciudadanas y ciudadanos procedentes de Afganistán, especialmente de mujeres y niñas que lo han solicitado", informó el miércoles 18 de agosto, a través de su cuenta de Twitter el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
Como México no tiene embajada o consulado en Afganistán, las solicitudes de refugio y asilo deberán hacerse en la embajada mexicana de Irán, a través del embajador Guillermo Puente Ordorica. La propuesta mexicana fue rápidamente elogiada por el director de ACNUR en México, Giovanni Lepri.
Lepri explicó que para que un ciudadano afgano aspire a ser considerado refugiado en México debe llegar a territorio mexicano y solicitar tal registro. De lo contrario, a través de la vía diplomática, lo que el gobierno de México puede ofrecer desde Irán es asilo político.
Por su parte Chile anunció esta semana que iniciará la recepción de familias afganas y a académicas, periodistas y activistas humanitarias en trabajo conjunto con la organización internacional Front Line Defenders, según anunció el presidente Sebastián Piñera.
En este mismo orden de ideas, la vicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell, sumó a su país en la apertura hacia las personas, especialmente mujeres, que decidan salir del país tomado por los talibanes.
"Costa Rica decidió abrir sus fronteras y servirá como un puente humanitario para las mujeres afganas que buscan refugio. Tomamos las acciones necesarias, dentro de nuestro ámbito de acción, para salvaguardar la vida y bienestar de las mujeres y niñas", afirmó Campbell en su cuenta de Twitter.