En marzo de este año, la hna. Ann Rose Nu Tawng se interpuso entre la vida y la muerte y les dijo a los soldados armados en su Myanmar (antigua Birmania) natal que si querían disparar contra los manifestantes, primero tendrían que pasar por ella.
Ahora, la hna. Ann se encuentra una vez más entre la vida y la muerte, ayudando a pacientes con coronavirus.
Su petición de perdonar a los manifestantes fue ignorada y, al final, la hermana Ann tuvo que recuperar los cuerpos de los manifestantes asesinados.
“Corrí hacia donde estaban los soldados, como una loca, como una gallina protegiendo a sus polluelos. Ni siquiera me di cuenta de que yo misma podría estar en peligro. Simplemente no quería que mataran a la gente ”, dijo recientemente la hna. Ann a Radio Free Asia.
Desde que las protestas en Myitkyina, donde vive la hna. Ann, disminuyeron debido a la pandemia de COVID-19 y la represión y arrestos masivos de manifestantes, la monja ha comenzado a atender a pacientes enfermos en la Clínica Católica Misionera de la ciudad y en las aldeas remotas del estado de Kachin.
“Hay personas con síntomas de COVID, pero no hay centros de pruebas y la gente no tiene dinero para hacerse las pruebas”, dijo la hna. Ann al noticiero. “También carecen de conocimientos sobre cómo mantenerse alejados unos de otros. Hay muchas personas que no saben cómo protegerse".
RFA informó: