A finales de julio, con motivo de la primera Jornada mundial de los abuelos y las personas mayores, el papa Francisco pronunció un discurso celebrando el amor y el conocimiento que se extiende a lo largo de generaciones. "No nos olvidemos de ellos. Aliémonos con ellos. Aprendamos a detenernos, a reconocerlos, a escucharlos. No los descartemos nunca. Custodiémoslos con amor. Y aprendamos a compartir el tiempo con ellos. Saldremos mejores. Y, juntos, jóvenes y ancianos, nos saciaremos en la mesa del compartir, bendecida por Dios", dijo el Santo Padre.
"'Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo' (Mt 28,20) es la promesa que el Señor hizo a sus discípulos antes de subir al cielo y que hoy te repite también a ti, querido abuelo y querida abuela. A ti. 'Yo estoy contigo todos los días' son también las palabras que como Obispo de Roma y como anciano igual que tú me gustaría dirigirte con motivo de esta primera Jornada Mundial de los Abuelos y de las Personas Mayores. Toda la Iglesia está junto a ti —digamos mejor, está junto a nosotros—, ¡se preocupa por ti, te quiere y no quiere dejarte solo!", añadió el Papa.
Vínculo ancestral
Para muchos abuelos, es común que los nietos se vuelvan el centro de su vida, la mayor fuente de placer e inspiración para una persona mayor. Y ahora la ciencia empieza a mostrar por qué muchos abuelos demuestran más cariño, preocupación y empatía con los nietos que con sus propios hijos. Un estudio coordinado por James Rilling, profesor de antropología, psiquiatría y ciencias del comportamiento de la Emory University, en Atlanta, EUA, sugiere que la importancia de los abuelos puede rastrearse neurológicamente.
La investigación consistió en presentar la foto de los respectivos nietos a 50 abuelos que declararon tener una relación positiva y fuertes niveles de involucramiento con sus descendientes, como publica este mes el periódico científico Proceedings of the Royal Society B.
La resonancia magnética funcional (RMNf) demuestra cómo la reacción cerebral de las abuelas resultó en un aumento del flujo sanguíneo en regiones del cerebro vinculadas a la empatía y la motivación cuando vieron la imagen de sus nietos, en comparación a cuando vieron las imágenes de un extraño y del padre o la madre del niño (que puede ser el hijo(a) o la nuera o el yerno de cada abuela).
Segunda madre
El profesor Rilling explica que, a diferencia de otras especies, los humanos recurren a la ayuda de otros individuos en la crianza de los hijos. Tanto es así que, cuantos más adultos estén involucrados en la crianza de ese niño, más oportunidades tiene de ser amado y cuidado durante su crecimiento.
Es decir, como indica el estudio, el vínculo biológico de un niño no se limita a los padres, como se ha observado en investigaciones del pasado, y se extiende a los abuelos. Que demostraron una relación afectiva más fuerte en relación a los nietos que con sus propios hijos.
Estos resultados refuerzan la sensación de muchos hijos de que los abuelos han demostrado más afecto a los nietos que a ellos mismos. Y comprueba por qué tener nietos puede ser una de las mayores realizaciones de la vida.