El Papa Francisco escribió que no puede haber paz sin trabajo digno y educación para millones de personas, pues es así que “aprendemos a ofrecer nuestra contribución por un mundo más habitable y hermoso”.
El Pontífice ha denunciado el aumento del gasto mundial en armas (+1,5%) y pide a los gobernantes invertir más en “la instrucción y en la educación de las jóvenes generaciones”, ya que considera que “es el camino principal que conduce” a los jóvenes a ocupar “un lugar adecuado en el mundo del trabajo”.
Un mensaje que subraya la realidad los jóvenes “nini”, es decir, ni trabajan, ni estudian. Además de señalar el empobrecimiento a nivel mundial debido a los estragos económicos a causa de la pandemia y la desviación de recursos útiles al desarrollo integral.
Precisamente, este 21 de diciembre en el Vaticano, ha sido presentado el documento anual del Papa Francisco para despertar las consciencias en materia de paz.
“Diálogo entre generaciones, educación y trabajo: instrumentos para construir una paz duradera”, es el titulo del mensaje del papa Francisco para la 55ª Jornada Mundial de la Paz (1 de enero de 2022).
“Es la educación la que proporciona la gramática para el diálogo entre las generaciones, y es en la experiencia del trabajo donde hombres y mujeres de diferentes generaciones se encuentran ayudándose mutuamente, intercambiando conocimientos, experiencias y habilidades para el bien común”.
Este año, el Papa pide más trabajo y educación para construir una paz duradera, además de un “diálogo intergeneracional” para salir de los conflictos.
El Papa enfatiza sobre la “situación del mundo del trabajo”, agravada “por la pandemia de Covid-19”.
“Millones de actividades económicas y productivas han quebrado; los trabajadores precarios son cada vez más vulnerables”, escribe el Papa.
Educación
Francisco tampoco está contento con la virtualidad en la educación a causa de la pandemia, dado que, dice, “la instrucción a distancia ha provocado en muchos casos una regresión en el aprendizaje y en los programas educativos”.
Asimismo, “los jóvenes que se asoman al mercado profesional y los adultos que han caído en la desocupación afrontan actualmente perspectivas dramáticas”.
Además denuncia que la situación laboral de los migrantes ha empeorado.
El Papa denuncia que a muchos migrantes, y a sus familias, las leyes nacionales no los reconocen, es como si no existieran: “expuestos a diversas formas de esclavitud y privados de un sistema de asistencia social que los proteja”.
También afirma que la paz no puede llegar cuando solo un “tercio de la población mundial en edad laboral goza de un sistema de seguridad social, o puede beneficiarse de él sólo de manera restringida”.
Inclusive, denuncia el crecimiento de la mafia a nivel global
“La violencia y la criminalidad organizada aumentan en muchos países, sofocando la libertad y la dignidad de las personas, envenenando la economía e impidiendo que se fomente el bien común”.
“La respuesta a esta situación sólo puede venir a través de una mayor oferta de las oportunidades de trabajo digno”.
El Obispo de Roma propone un camino de paz que equivale a un desarrollo integral, escribe citando a papa Pablo VI. Sin embargo, la familia humana, interconectada, sufre por el “ruido ensordecedor de las guerras y de los conflictos”.
Francisco denuncia que la paz está amenazada, mientras “se propagan enfermedades de proporciones pandémicas, se agravan los efectos del cambio climático y de la degradación del medioambiente, empeora la tragedia del hambre y la sed”.
Trabajo
En su mensaje anual a favor de la pacificación, el Papa afirma que el “modelo económico” reinante se basa “en el individualismo”, lejano “del compartir solidario”.
E insiste en que “el trabajo, en efecto, es la base sobre la cual se construyen en toda comunidad la justicia y la solidaridad”.
Por eso, «no debe buscarse que el progreso tecnológico reemplace cada vez más el trabajo humano, con lo cual la humanidad se dañaría a sí misma.
El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal», añade.
En suma, el Papa empuja para que “en todo el mundo” hayan “condiciones laborales decentes y dignas, orientadas al bien común y al cuidado de la creación”.
Paz
Asimismo, pide “asegurar y sostener la libertad de las iniciativas empresariales y, al mismo tiempo, impulsar una responsabilidad social”.
En esta perspectiva “hay que estimular, acoger y sostener las iniciativas que instan a las empresas al respeto de los derechos humanos fundamentales” de los trabajadores.
El Papa hace un llamado a los gobernantes “para que sigamos avanzando juntos con valentía y creatividad por estos tres caminos: el diálogo entre las generaciones, la educación y el trabajo”.
El llamamiento incluye a a los pastores y a todos los que tienen responsabilidades sociales y políticas para que “se conviertan cada día en artesanos de paz”.