El barrio Bella Vista de Luque es escenario del pesebre del único pesebre hidráulico del Paraguay que cuenta con unas 100 piezas que cobran vida con la fuerza del agua.
El pesebre que inició con un montaje de la sagrada familia fue adquiriendo otras piezas con el correr de los años. La tradición la inició don Esteban Sabaté en 1953 y hoy son sus hijos y nietos quienes con devoción se encargan del montaje.
Esteban Sabaté (hijo) explicó en comunicación con Aleteia, que cada año se le agrega una nueva pieza al peculiar belén que inició su padre.
Aunque no todas las piezas se mueven, este es el primer pesebre hidráulico que existe en Paraguay y congrega a miles de personas cada año, quienes no dejan de sorprenderse por la magnitud y creatividad utilizada para su montaje.
Las figuras de pesebre no son añadidas por casualidad, ya que con ellas se busca rendir un homenaje especial. Chiperas, obreros, campesinos, médicos, músicos, bailarines, y otros sectores que forman parte de la cultura paraguaya están presentes entre las figuras.
“Somos una familia muy católica y este es un legado que nos ha dejado nuestro padre. Para muchas personas ya es una tradición navideña visitar nuestro pesebre. Este año estamos cumpliendo 68 años. Esto empezó con un pesebre modesto que estaba en una mesa”, dijo.
Con siete metros de frente y ocho de fondo, el pesebre se constituye en un atractivo para personas que llegan desde diferentes puntos de Paraguay e incluso varios países hasta la casa de la familia Sabaté.
“Desde la década del 70 es que el pesebre empezó a cobrar notoriedad y recibimos a personas de todas partes. Fue mi padre quien se ingenió para que sea la fuerza del agua, lo que permitió que crezca la popularidad de nuestro pesebre”, explicó.
Para este año, la familia Sabaté agregó a su pesebre un bailarín vestido con atuendo tradicional del Paraguay. El año pasado, en honor a los médicos que pelearon en primera línea contra el Covid-19, la pieza estrenada fue un personaje vestido con batas.
En Paraguay es una tradición que las familias católicas ensamblen sus pesebres tras la festividad de la Virgen de Caacupé que se celebra el 8 de diciembre. Además de la Sagrada Familia, los reyes magos y animalitos, cada familia le da un toque de creatividad a sus belenes agregando nuevos personajes.
La ciudad de Areguá, situada a unos 27 kilómetros de Asunción, artesanos de barro confeccionan a mano las figuras y las ofertan en fechas próximas a la Navidad.
Visitá este Pesebre, que es uno de los más famosos del país. La tradición de la familia Sabaté se remonta a 1953, año donde Don Esteban Sabaté comenzó a prepararlo y armarlo, con la promesa de ir ampliándolo cada año. Es así que con cuidado y devoción cada año presentan para todos los visitantes este pesebre hidráulico en la casa familiar ubicada en el barrio Bella Vista, de Luque. Su hijo comparte no sólo su mismo nombre, sino el mismo espíritu para mantener esta tradición familiar.
Más de cien piezas en las que algunas cobran vida gracias a unos sistemas hidráulicos que le dan movilidad con ayuda de la fuerza el agua, he ahí su nombre y fama.
Todos los años de manera ininterrumpida, fueron armando el pesebre cada diciembre. En cada edición se agrega una nueva.