separateurCreated with Sketch.

Católicos que salvaron judíos en la Segunda Guerra Mundial

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Marinella Bandini - publicado el 27/01/22
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Fueron cientos los conventos, monasterios e iglesias que  abrieron sus puertas a los judíos que buscaban refugio en Roma y en todo el mundo

Se les llama "justos". Fueron las muchas personas que durante la Segunda Guerra Mundial salvaron judíos de la persecución, a menudo arriesgando su propia vida.

Conventos, monasterios y un ciclista

Entre ellos hubieron muchos católicos, empezando por el Papa, Pío XII a través de su contribución que no ha sido formalmente reconocida todavía.

Fueron cientos los conventos, monasterios e iglesias que  abrieron sus puertas a los judíos que buscaban refugio en Roma y en todo el mundo.

Entre ellos, hubo un convento a las puertas de Toulouse, Francia: la superiora, Madre Denise Bergon, logró salvar alrededor de 80 niños gracias a documentos falsos y a una red de colaboradores confiables.

Hace algunos años, el Papa reconoció las virtudes heroicas del cardenal Elia Dalla Costa, que como arzobispo de Florencia organizó una red de acogida para los judíos en fuga.

El cardenal tenía también un colaborador especial: el gran ciclista Gino Bartali. Él podía más fácilmente eludir los controles y transportaba documentos falsos escondidos en el chasis de su bicicleta.

Obstetra, policía, empresario y padre de familia

Otro cardenal, el francés Eugène Tisserant ayudaba a los judíos obteniendo visas o dándoles trabajo en el Vaticano.

Incluso se convirtió en película la historia de Irena Sendler, polaca, asistente social, que  salvó a cientos de niños del gueto de Varsovia.

Una obstetra polaca, Stanisława Leszczyńska, logró ayudar a nacer a más de tres mil niños mientras estaba internada en Auschwitz.

El policía Giovanni Palatucci de la Jefatura de Policía de Fiume, en Croacia, salvó a 5 mil judíos. Luego fue internado y murió en el campo de concentración de Dachau. La Iglesia lo declaró Siervo de Dios.

Giorgio Perlasca era un empresario italiano que en el invierno de 1944 gracias a algunas circunstancias afortunadas logró hacerse pasar por cónsul de España en Hungría y le salvó la vida a más de 5 mil judíos.

El beato Odoardo Focherini estaba casado y era padre de siete hijos, líder de Acción Católica, y periodista, asesinado por odio a la fe por ayudar judíos.

La fe que impulsa a dar la vida

Guelfo Zamboni, cónsul italiano en Tesalónica salvó a casi 300 judíos, haciéndolos ciudadanos italianos.

Jan Karsaki, católico polaco, casado con una mujer judía, fue diplomático para el gobierno polaco en el exilio, y entre los primeros testigos e informadores sobre los campos de exterminio.

El beato Omelyan Kovch era un sacerdote greco-católico, padre de seis hijos. Obtuvo certificados falsos de Bautismo para los judíos. Fue internado y murió en el campo de Majdanek.

José Arturo Castellanos, diplomático salvadoreño en Ginebra, salvó a más de 40 mil judíos, desobedeciendo las órdenes de su país y emitiendo visas y certificados de ciudadanía.

Y son muchas otras las historias de personas comunes, sacerdotes y laicos, madres y padres de familia, comunidades y, a veces, pueblos enteros que la fe impulsó a "dar la vida" por el prójimo.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.