Néstar Robledo falleció poco antes de cumplir 91 años en Asunción, capital del Paraguay, dejando a su paso un enorme legado en favor de la vida desde la concepción y de la familia. Su lucha le valió incluso una condecoración de la Santa Sede.
La “mamá guasu” (expresión en guaraní que significa gran madre) de la defensa de la vida en Paraguay se graduó en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción, donde también realizó sus estudios de especialización en la Cátedra de Ginecología y se graduó de Licenciada en Educación Familiar.
Ella es madre de cuatro hijos y su esposo, Oscar Stark Rivarola, la acompañó en su lucha hasta que falleció en el año 2003.
Oscar Stark, uno de los hijos de doña Néstar, la recuerda como una mamá muy presente y cuya mayor prioridad siempre fue su familia.
“Siempre admiré la fe que ella tenía. Desde chicos nos inculcó rezar el rosario y quería que seamos una familia unida. Muchas personas nos dicen que es muy difícil dimensionar su legado”, dijo Óscar en comunicación con Aleteia.
Stark recordó que la lucha de su madre se inició en el año 1976, luego de haber asistido a un Congreso sobre la vida en Bogotá, Colombia, en el que se expusieron los planes de las Naciones Unidas sobre el aborto.
“Ella era una mujer muy visionaria. Muchas de las cosas que hoy suceden con relación al aborto ya las había advertido. Incluso, estando desde este lado, pensábamos que era fantasioso, pero todo se está haciendo realidad. Ella leía mucho sobre lo que pasaba en todo el mundo”, comentó su hijo.
Néstar Robledo fue presidenta de Servicio de Amor y Vida, antecesora de la Pastoral de la Vida, dirigente de Federación de Asociaciones por la vida y la familia, y fue galardonada con los “Premios Residentas”, otorgado por el Foro de Diálogo Civil Frendh, Carita Política y el Instituto Tomás Moro.
Su encuentro con Juan Pablo II y Santa Teresa de Calcuta
Néstar Robledo, junto con su marido, Oscar Stark, fueron nombrados por el Vaticano como miembros del Consejo Pontificio para la Familia, por dos ciclos, por lo que habitualmente viajaban hasta la Santa Sede.
En sus encuentros, Néstar y su marido tuvieron la posibilidad de encontrarse con el entonces papa Juan Pablo II y Santa Teresa de Calcuta.
“Mamá era una persona que tenía una profunda admiración a el papa Juan Pablo II y a la madre Teresa de Calcuta. Tuvo el privilegio de poder conversar con ellos sobre la lucha a favor de la vida. Para ella esto era como un premio a su trabajo”, recordó uno de sus hijos.
El dolor por el aborto legal
Oscar Stark recordó que su madre realizó una lucha enorme contra cualquier iniciativa de legalizar el aborto en Paraguay. Lo hizo liderando movilizaciones y conversando con congresistas y otros actores políticos.
“Monseñor Edmundo Valenzuela (arzobispo emérito) nos dijo durante el sepelio que ella abrió el camino y que dejó un legado que fortaleció la lucha por la vida en el Paraguay. Ella abrió el camino para la creación de la Pastoral Familiar”, recordó.
Stark afirmó que doña Néstar vivía con mucho dolor cuando en países de la región aparecían movimientos a favor del aborto. También cuando se aprobaba la interrupción del embarazo en cualquier parte del mundo. Por estas horas está latente la herida en América Latina tras la despenalización del aborto en Colombia hasta las 24 semanas de gestación.
La lucha incansable de la madre de los provida
Oscar Stark rememoró que durante su infancia les tocó, junto a sus hermanos, acompañar a sus padres en viajes por el interior del país, en los que disertaba a favor de la vida. Recordó que gran parte de su fortaleza siempre fue rezar el rosario.
Doña Néstar lideró una batalla constante en distintos ámbitos contra el aborto. Representó oficialmente a la Iglesia paraguaya en numerosos congresos internacionales, llevando la postura siempre clara y firme sobre la defensa de la vida.
Como parte de su lucha, participó de le reactivación del Consorcio de Médicos Católicos, del que fue presidenta. Además, contribuyó para la creación de la Federación de Asociación por la Vida y la Familia.
El 18 de diciembre de 1997, el entonces presidente de la República del Paraguay, Juan Carlos Wasmosy, le otorgó la Orden Nacional al Mérito en el Grado de Comendador, por sus méritos y el trabajo a favor de su país.
La Iglesia católica predomina en el 90% de la población de Paraguay. La Constitución Nacional de este país protege a la vida desde la concepción.