Juan Ciudad Duarte nació en 1495 en el seno de una familia pobre, en Montemayor el Nuevo (Portugal).
Siendo todavía un niño comienza a viajar con ánimo de aventura y de encontrar un medio de subsistencia.
Va primero a Oropesa (España), luego a la guerra en Fuenterrabía, y más tarde a Sevilla, Ceuta, Gibraltar y Algeciras.
A los 42 años llega a Granada, abre una librería y se interesa por los libros de espiritualidad.
El 20 de enero de 1539 conoce a san Juan de Ávila, que está predicando en la ermita de los Mártires, y se siente profundamente arrepentido por la mala vida que ha llevado en el pasado.
De la pena a la acción
Pero el santo encauza aquella penitencia proponiéndole que haga obras de caridad.
Juan de Dios funda entonces la Orden de los Hermanos Hospitalarios. Sus cuatro primeros compañeros son pecadores públicos que se arrepienten: un traficante de prostitutas, un asesino, un espía y un usurero.
Después de una peregrinación a Guadalupe, regresa a Granada y busca a los primeros enfermos que atenderá la orden.
En su hospital, acogen a los enfermos, los alimentan, los curan, les escuchan y hacen que se sientan queridos y respetados.
En su biografía, se cuenta que un día se declaró un incendio. Juan de Dios no lo dudó: tomó sobre sus espaldas a los enfermos uno a uno, y los salvó a todos. Él quedó ileso. Esa era la actitud.
El santo falleció a los 55 años, en 1550, y se le considera el precursor de la beneficencia moderna.
Oración
Padre de misericordia,
que concediste a san Juan de Dios un gran amor y compasión
hacia los pobres y los enfermos,
haz que también nosotros sirvamos a nuestros hermanos con espíritu de caridad
y merezcamos, por ello, ser colocados a tu derecha en el día del retorno de tu Hijo,
que vive y reina contigo.