La mañana del 15 de marzo no fue la misma para los habitantes de un distrito de Parcoy, provincia de Pataz, región La Libertad en Perú. Es que a primera hora se reportó el deslizamiento de un cerro –curiosamente llamado La Esperanza- que provocó “entre 15 y 80 viviendas que han quedado enterradas”.
Así lo informó el medio local La República, que también hacía referencia a que, hasta la noche del martes, se había podido rescatar a ocho personas ilesas y a una herida. Pero también que había tres menores desaparecidos.
“¡Ay, Diosito lindo, escápense! ¡Salgan!”, era uno de los tantos gritos que pudieron constatar en el lugar del deslizamiento de tierra y que generó gran conmoción en Retamas.
“Los familiares de los que están enterrados están angustiados. Ellos mismos arriesgan su vida metiéndose ahí, tratando de excavar, para lograr sacar a sus allegados. Hay señores mayores de edad, mineros, niños, hay bebés enterrados”, decía en las últimas horas una vecina de la zona acerca de una tragedia que no es la primera vez que ocurre.
Hubo advertencia
En ese sentido, también trascendió que el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) ya había advertido hace más de 10 años acerca del alto riesgo del poblado en esa zona.
“El Ingemmet ya había recomendado reubicar las viviendas, dejar libre el cauce de esa quebrada; sin embargo, han pasado 13 años y otra vez vivimos este hecho”, expresó Miguel Yamazaki, director de Preparación del Instituto de Defensa Civil (Indeci), en diálogo con La República.
En tanto, en la tarde de este miércoles se informó (ver El Comercio) de al menos dos fallecidos (un varón y una bebé de un mes de nacida), además de la existencia de dos personas que aún permanecían sepultadas entre los escombros.
Cercanía y solidaridad de la Iglesia
Desde el Arzobispado de Trujillo se emitió un mensaje de solidaridad y acompañamiento a las familias que han sido afectadas por el deslizamiento de tierra.
Tal cual recuerda la nota publicada por la Iglesia de Perú, monseñor Miguel Cabrejos, arzobispo de Trujillo y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, ha dispuesto que Cáritas Trujillo y la Oficina de Responsabilidad Social de la Universidad Católica de Trujillo coordinaran acciones en pos de los damnificados.
“Elevamos nuestra oración por todos aquellos hermanos que han fallecido y pedimos a Nuestro Señor que conforte sus familiares que lloran su partida”, expresó el comunicado.