A su apellido se asocia una larga lista de acontecimientos. Desde noticias sobre el nuevo modelo de gafas de sol que ha decidido llevar hasta que uno de sus hijos, Cruz, tiene el pelo rosa. No faltan las nuevas tendencias de moda que impulsa su esposa Victoria, que inesperadamente -dicen- se ha entregado a los pantalones de vinilo.
Pero la noticia de "alto rango" que le concierne es solo una: y es que David Beckham se desvinculó temporalmente de Instagram. Y no porque se tomara en serio la sabia invitación de un mental coach o porque le intrigara la nueva función de las redes sociales. Lo hizo hace dos días para cederlo temporalmente a médicos ucranianos en Kharkiv (Járkov), en conexión con Unicef.
Así, por este insólito corredor virtual una médico ucraniana que trata a madres y niños en los búnkeres pudo publicar historias y mostrar lo que está sucediendo y lo que necesitan para las madres y para los niños, a menudo bebés.
A decir verdad, Beckham, embajador de Buena Voluntad de Unicef desde 2005, no solo ha dado acceso al perfil de IG sino también a sus otras cuentas de redes sociales. Desde el comienzo del conflicto en Ucrania, desencadenado por la agresión unilateral de Rusia, ha concienciado sobre el drama y ha recogido ayuda. Él y su esposa comenzaron, dice en el video, con una donación de 1,8 millones de euros e invitan a todos a donar lo que puedan "para llevar ayuda inmediata a estos niños inocentes".
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