El Consejo de Ministros de España aprobó hoy el anteproyecto de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva e Interrupción Voluntaria del Embarazo. Una ley que permitirá la interrupción voluntaria del embarazo para chicas de 16 y 17 años sin la obligación de contar con el permiso de los padres, buscará propiciar que se garanticen los abortos en la sanidad pública y regula las bajas laborales por reglas dolorosas o bajas preparto.
Nada más conocerse la noticia, la Conferencia Episcopal Española, de la mano de su portavoz, monseñor Luis Argüello ha hecho valoración de la misma: "Nos parece una mala noticia que hoy el gobierno haya aprobado un proyecto de ley del aborto donde se sigue afirmando el derecho del fuerte sobre el débil, a la hora de eliminar una vida nueva y distinta que existe en el seno de la madre".
Según explica el obispo auxiliar de Valladolid: "Desde que se aprobó la primera ley que trata de regular el aborto, la llamada ley de interrupción de embarazo en nuestro país , los avances de la ciencia nos hacen poder afirmar con toda fuerza que en el seno de una mujer embarazada existe una nueva vida que es preciso cuidar y acoger defender para lo cual hay que defender a la madre".
Por todo ello, explican, es necesario dar un paso adelante y mostró su "apoyo a las madres embarazadas que sufren cualquier tipo de dificultad que pudieran hacer entrar en dudas de la viabilidad de su embarazo".
"Una sociedad. que defiende la vida desde el seno de la madre pasando por todas las peripecias vitales, hasta el momento final la muerte, acogida también como fenómeno que forma parte de la existencia muestra la salud moral de una sociedad y la esperanza de construir un futuro de bien común", finaliza su intervención.