Matthew McConaughey nació en Uvalde (Texas). La misma ciudad que vivió hace semanas uno de los acontecimientos más tristes de la historia de los Estados Unidos. 19 niños eran asesinados en la escuela Robb, tras el atentado que provocó un joven que portaba un rifle de asalto AR-15.
McConaughy contó la historia de Maite Rodriguez, de 10 años: "Maite llevaba unas deportivas de la marca Converse y de color verde con un corazón que había dibujado sobre los dedos de su pie derecho porque representaban su amor por la naturaleza”.
"Los llevaba todos los días. Unas deportivas Converse con un corazón en los dedos derechos. Esas son las mismas deportivas Converse, en sus pies, que resultaron ser la única prueba que podía identificar a Maite tras el tiroteo", explicó.
Hablo de Alithia Ramírez, de 10 años, que soñaba con estudiar arte en París. "Su madre me dijo que no le habían hablado nunca antes del cielo, pero de alguna forma ya lo sabía", explicó McConaughey.
También habló de Ellie García, de 9 años. "Jesús murió por nosotros. Entonces, cuando fallezcamos, estaremos allá arriba con él. En mi habitación tengo tres fotos de él", decía Ellie en el video. McConaughey contó cómo se estaba preparando para leer un pasaje de la Biblia en una misa el miércoles por la noche.
Lo interesante es que el actor no quiso hacer de su discurso un alegato político a favor (republicano) o en contra (demócrata) de las armas, pero sí de la responsabilidad de los gobernantes de regular su uso para proteger a las personas lo más posible. Fue precisamente esa posición la que hizo que su discurso haya trascendido tanto, en un país donde este tema es siempre conflictivo. ¿Logrará su propuesta encontrar apoyo por encima de la división política?
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El actor explicó que habló con los padres de las víctimas y de manera muy seria explicó que lo único que quieren es “que los sueños de sus niños continúen, que se logre algo después de que se hayan ido. Quieren que la pérdida de sus vidas importe”.
Aquí el impresionante discurso: