La Amazonía y su gente han estado presentes de manera más que especial durante el pontificado de Francisco. Los ejemplos en estos casi 10 años son contundentes, entre ellos la famosa exhortación apostólica postsinodal de 2020 «Querida Amazonia», además de gestos concretos con la gente en lugares como Puerto Maldonado (Perú) durante su visita apostólica de enero de 2018.
Es ahí, en el marco de la preocupación por esa vasta zona de la «Casa Común» («Laudato Sí») donde también la Iglesia se ha hecho presente defendiendo los derechos de los pueblos originarios a través de estructuras concretas como la Red Eclesial Panamazónica (Repam) desde 2014, cuyo nuevo presidente, monseñor Rafael Cob, acaba de asumir.
Declaración conjunta con la OEA
Este 8 de agosto se dio un paso más en cuanto a la mirada del América Latina con respecto a lo que pasa en la Amazonía y su gente. Esto luego de que la Organización de Estados Americanos (OEA) y Repam emitieran una declaración conjunta con un llamado a la protección urgente de la Amazonía y sus pueblos indígenas.
A la ceremonia celebrada en Washington (Estados Unidos), sede la OEA, asistieron su secretario general, Luis Almagro, y el observador permanente de la Santa Sede ante la OEA, en representación del cardenal Pedro Barreto, presidente de la Repam hasta ese momento, Juan Antonio Cruz Serrano.
Pero además de destacar también lo que afirma la propia Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la OEA, se indican algunas recomendaciones urgentes y prioritarias a los estados de la región. En este caso, aspecto que se toma con base en el contenido del segundo informe regional de vulneración de derechos humanos en la Panamazonía de la Repam.
Entre los aspectos que se mencionan en las recomendaciones aparecen, por ejemplo, los vinculados a los derechos a vivir sin discriminación ni amenazas; el derecho a la tierra y a la utilización de sus recursos; el derecho humano del agua y el derecho a la salud.
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El nuevo presidente de Repam
A pocos días de esta celebración, quien hizo referencia a la labor y la misión de la Repam fue su nuevo presidente, el obispo de origen español del Vicariato de Puyo (Ecuador), monseñor Cob, quien asumió de manera oficial este 9 de agosto y que estará acompañado por una vicepresidencia integrada por la religiosa carmelita Yesica Patiachi, y monseñor David Martínez, vicario apostólico de Puerto Maldonado (Perú), también de origen español.
«Mi primer pensamiento es de agradecimiento al Dios providente de la vida, que con su ternura paternal y maternal nos da cada día el tiempo y la fuerza para realizar su proyecto, cuidar a su obra creadora, de la casa común para todos, y la defensa de los derechos vulnerados de los pueblos originarios de esta tierra amazónica», dijo Cob al momento de agradecer durante su asunción como nuevo presidente de la Repam.
«Agradecer al que desde el cielo nos contempla, el cardenal Claudio Hummes, al que en este día recordamos a un mes de su pascua y partida al cielo. Cofundador de esta Red, que, como pastor apasionado por la misión en la cuenca amazónica, fue tejiendo sin descanso, articulando con creatividad y espíritu profético en favor de los pobres, construyendo puentes de colaboración y abriendo nuevos caminos de evangelización, defendiendo una ecología integral como respuesta al gran desafío de nuestro planeta tierra», prosiguió.
Cob también tuvo palabras de reconocimiento para con el presidente saliente de la Repam, monseñor Pedro Barreto, y al propio papa Francisco, «impulsor de este camino renovador en la Iglesia», tal cual señaló.
Desafíos
Por último, en cuanto a los desafíos, que de alguna manera van en línea con la declaración firmada recientemente, aparecen conceptos como «saber escuchar y contemplar», además de aquello de fortalecer la «comunión e integración» y hasta «soñar juntos con una Iglesia con rostro amazónica, inculturada y encarnada».
«Devolver a las comunidades, en sus territorios, la riqueza del Documento Final del Sínodo Amazónico y la exhortación del Papa “Querida Amazonía”», esbozó Cob, quien también hizo referencia al protagonismo de las mujeres líderes en la Amazonía y a la sinodalidad.
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