Flor Argentina Cervantes Vizcarra, tiene 33 años. Es de Durango (Durango, México). Fundó la comunidad Mujer Católica, que organiza el taller “Eres arte del Cielo” , que recibió más de mil solicitudes de registro de mujeres de todo el continente y habla hispana que buscan sanar sus heridas.
– ¿Cómo surge este curso, taller, diplomado “Eres arte del Cielo”?
Es un anhelo que compartí con el padre Emerson, que es mi guía espiritual, y con mi hermana de lucha, una psicóloga, Ema Canales. Desde hace tiempo tenía la necesidad de pasar al siguiente nivel en “Mujer católica” de dejar de dar mensajes para accionar.
Yo quería hacer algo, llegar al corazón de las mujeres católicas, recordarles y reforzarles que somos hijas de Dios, que somos amadas y que estamos vestidas de fuerza y dignidad.
Lo compartí hace tiempo, pero no me había animado, no se había dado el momento. Me he estado preparando mucho para dar talleres. Estoy en un diplomado de resiliencia familiar y en una certificación de disciplina positiva.
El taller salió adelante finalmente. Es para recordar a las mujeres que somos arte del Cielo, que somos arte de las manos de Dios.
Un taller para reforzar en las mujeres su fuerza y dignidad
– El taller, ¿quiénes lo están impartiendo?
“Arte del Cielo” tiene el objetivo de revestir, reforzar la idea de las mujeres que estamos vestidas de fuerza y dignidad, a través de herramientas espirituales y emocionales y buscando el tema de la creatividad.
Entonces tiene dos partes: la espiritual, a cargo del padre Emerson, y la emocional y psicológica, a cargo de la psicóloga Ema Canales. Y yo soy la coordinadora de técnica y en el tema de contenidos. Pero primero lo hemos estado trabajando nosotros para poderlo ofertar.
– ¿Cómo fue recibida esta propuesta?
Lo lanzamos y dimos 15 días para la convocatoria. Esperábamos que, por lo menos, se conectaran 100 personas porque es lo que el Zoom permite.
Pero el primer día, las primeras cinco horas, ya teníamos mil registros. Entonces tuvimos que poner en lista de espera a unas mil personas ya registradas y aceptadas, y que ya empezaron con las primeras sesiones. Son 300 mujeres de diferentes países y edades.
En su registro nos mencionaban por qué querían este taller. Y fue muy sorprendente porque hay una necesidad de recordarnos este amor que nos tiene Dios y este amor que también nosotros debemos fomentar: amarnos a nosotras mismas a través de Dios.
Este primer ejercicio fue gratuito. La idea es ofrecer también atención psicológica a quien lo necesita por medio de nuestras psicólogas, que son católicas, y la guía espiritual del padre que nos acompaña.
– ¿De qué países están recibiendo el taller?
Se conectaron de México, Estados Unidos, Paraguay, Colombia, Panamá... La mayoría son de Latinoamérica. Ha sido muy enriquecedor porque fomentamos que entre ellas platiquen, se conozcan y compartan anhelos, experiencias.
Esto lo hace más enriquecedor porque lo que vivimos acá, en México, es diferente a lo que se vive en Panamá, por ejemplo. Es un grupo muy rico y la diversidad es importante en este tema.
– ¿Qué temas están tratando?
Empezamos con el tema de autoconcepto, después el autocuidado, la belleza interior y sanar desde la espiritualidad; el tema de resiliencia, de aprender a afrontar situaciones que tengamos, y todo en el tema de la belleza, la belleza en Cristo y en nosotros a través de Cristo.
Heridas de las mujeres
– ¿Qué ha podido identificar en las mujeres? ¿Cuáles son sus principales heridas o problemáticas?
Ahorita, en el tema de “Eres arte del Cielo”, no es tanto el sufrimiento sino que tenemos la necesidad de mejorar nuestra autoestima, de sentirnos valiosas, virtuosas. Se trata de irnos a un feminismo cristiano para devolvernos la feminidad, porque en el mundo exterior nos hablan de todo lo contrario.
El peligro de la comparación
En “Mujer católica” nos llegan muchos comentarios, a veces solicitudes, en donde precisamente nos hablan de cómo nos sentimos menos como mujeres, y no me refiero a menos que un hombre, sino menos que nuestra hermana o nuestra amiga.
La verdad es que yo soy una fiel creyente de crear redes de apoyo en donde estés: en tu trabajo, en tu hogar, en todos lados, y esto nos permite crear redes para mejorar esta situación, este entorno que nos rodea.
La baja autoestima
– Una de las principales carencias o problemáticas podríamos decir que es la baja autoestima.
Sí, y el hecho de no sentirnos dignas, sería otra. Además, la parte emocional y salud mental, que sobre todo en estos tiempos ha ido en declive.
Mujeres, salgan de sus círculos de violencia
– En México hay altos índices de violencia contra las mujeres, ¿han tratado este tema en el taller?
Precisamente este tema es parte del taller porque mejorar y fortalecer nuestra salud mental va a hacer que sepas salir de círculos de violencia, que sepas salir de una relación que te lleve a la violencia. No hablamos nada más de violencia en una relación de pareja, o con jefas o jefes, sino de verdad empoderar a las mujeres para que sepan cuál es su dignidad.
La resiliencia tiene que ver con esto. Si tienen alguna crisis, enseñamos a que sepan salir adelante con sus propias herramientas, su propia fe, espiritualidad y aspecto emocional.
La trampa del "¿qué voy a hacer sola?"
El ciclo de la violencia nos habla precisamente de que hay muchas mujeres que no se atreven a salir de una relación por miedo al “qué voy a hacer yo sola”. Por eso es importante fortalecer, por medio de Dios, las partes ya mencionadas.
– ¿Cuál es tu mensaje para todas aquellas mujeres que sufren violencia?
Debemos buscar nuestro bienestar porque, si nosotras estamos bien espiritual y emocionalmente, vamos a aprender a pedir ayuda y a salir de esos signos de violencia.
En cada sesión nos encomendamos mucho al Espíritu Santo para que, precisamente, llegue a las mujeres esta iluminación de decir “somos mujeres que tenemos la fuerza para salir de esos signos de violencia”.
Violencia familiar
El tema de la violencia familiar es muy lamentable. Nos ha tocado saber de casos de abuso sexual, incluso contra los hijos, y tenemos que aprender a salir de esos ciclos y no permitirlos, tanto mujeres como hombres.
Debemos aprender a decir “hasta aquí” y encontrarnos poderosas para tomar las riendas de nuestra vida y crear nuevas oportunidades.
Mujeres profesionistas o mujeres madres de familia
– ¿Qué tan importante es para ustedes reforzar el reconocimiento de las mujeres que han decidido ser madres y que, a veces, han tenido que sacrificar su vida profesional?
Ésa es una parte muy bonita porque, incluso desde “Mujer Católica”, una vez al mes hacemos una semana vocacional. Un día es por las vocaciones sacerdotales, por los matrimonios, por la vida, por los jóvenes…
"La vocación de la maternidad es muy importante"
Para nosotros es transversal y es primordial hablar de la vocación, y el tema de la maternidad es muy importante.
Ponemos mucha atención en el tema de crianza positiva para las mamás, de cómo criar hijos o hijas fuertes mentalmente y en la fe desde niños.
Para las mujeres es nuestro reconocimiento, porque hay quienes nos cuentan que se meten al baño para hacer sus ejercicios de tareas, porque no tienen un espacio.
Aquí, en el taller, les damos las herramientas para que aprendan de autocuidado, es decir, “soy madre, pero también soy mujer y también me voy a dar mi espacio para mi parte espiritual, emocional, para mi vida familiar y laboral”.
Máximo reconocimiento para las madres
Yo tengo el ejemplo de mi madre, que se dedicó totalmente a nosotros, y reconozco en ella una mujer muy fuerte. Y así en cada una: el trabajo más difícil es la crianza de los hijos. Es algo de máximo reconocimiento.
– ¿Buscan profesionalizar el taller?
Sí. Buscamos hacerlo con diplomados y estamos agrupando a psicólogas católicas, laicas comprometidas y que tienen una formación, para que puedan brindar atención a quien lo necesita, porque a veces se llega a crisis emocionales en donde necesitamos del apoyo psicológico y espiritual.
Comunidad Mujer Católica
– ¿Entonces todo esto se ha hecho en “Mujer Católica”?
Así es, porque a veces nos sentimos menos en el mundo, en una relación, en el trabajo, en la casa, y esto es reforzar la idea de que no, de que somos mujeres vestidas de fuerza y dignidad.
– ¿Qué es “Mujer católica”?
“Mujer católica” es una comunidad que se fundó hace nueve años, en donde nos reunimos mujeres para recordarnos esto, que somos hijas de Dios, que somos muy amadas.
Y, la verdad, ha crecido, se ha identificado mucho la gente, especialmente las mujeres, porque también hay hombres a los que les gusta esta plataforma que es virtual y se expande por redes sociales. Soy la orgullosa fundadora.
Rezo del rosario
Tiene varias vertientes: rezamos el santo Rosario todos los días, nos hemos ido de misiones. Hemos traído, por ejemplo, las reliquias de san Joselito.
Así que hemos estado haciendo actividades, pero durante la pandemia lo reforzamos mucho más al interior, por eso nació “Eres arte del Cielo”.
– Platícame un poco de los números que han alcanzado con Mujer Católica en redes sociales.
Ya tenemos más de 700 mil seguidores en Facebook. En el grupo de Facebook Comunidad Mujer Católica hay más de 133 mil miembros. En Instagram, 260 mil. En Twitter, 30 mil. Y hasta ahorita nos manejamos en esas redes porque prácticamente, en el tema de contenido, sólo soy yo. Pero ya para el santo Rosario son familias, una familia todos los días, y en Instagram empezamos con otra familia.