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Monasterio de las Puras, un convento que hace viajar en el tiempo

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Matilde Latorre - publicado el 13/10/22
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El histórico Monasterio de las Puras abre sus puertas al público, con visitas guiadas para poder admirar uno de los conventos mejor conservados de España, con quinientos años de presencia ininterrumpida en Almería, y compartir su espiritualidad.

¿Quieres ver un convento en el que el tiempo se ha detenido?

En la ciudad de Almería, la Orden de la Inmaculada Concepción habita el  monasterio de las Concepcionistas Franciscanas de Almería, más conocido como  Monasterio de las Puras ininterrumpidamente desde hace quinientos años, con vida en comunidad dedicada a la oración y el trabajo en clausura. 

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Cinco siglos de secretos, de la clausura, se nos desvelan por la apertura al público, mediante visitas guiadas, para admirar y gozar de un convento perfectamente conservado, con innumerables joyas que podremos admirar. 

¿Comenzamos la visita?

El convento

El Convento de Las Puras es un remanso de paz en mitad del centro histórico de Almería, donde viven seis monjas. Ahora las religiosas verán alterada su rutina con las visitas de los turistas que quieren admirar la belleza del edificio, que forma parte de la historia de su ciudad.

El convento es un conjunto de edificaciones y espacios libres que dan soporte arquitectónico a la vida religiosa contemplativa de clausura. Ocupa casi una manzana completa del corazón del casco antiguo de Almería, situado entre la Catedral, Ayuntamiento y Almedina. 

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Esto es debido a su origen, unas antiguas casas árabes, que, tras la reconquista de los Reyes Católicos, el primer alcaide cristiano de la ciudad, Gutiérrez de Cárdenas, cedió en testamento. Su viuda, Teresa Enríquez lo entregó a la Orden de las Concepcionistas Franciscanas.

Eduardo Blanes, el arquitecto restaurador del Convento, define con estas palabras el convento:

Abrir las puertas del convento para sobrevivir

Esta congregación llegó a reunir a noventa monjas en un tiempo. Hoy hay muchas menos, pero no les falta agudeza de ingenio. Para evitar abandonar el convento han encontrado una solución: abrir el espacio al público; ceder una gran parte de esta pequeña ciudad desconocida para que los visitantes puedan admirarla.

Se ven, ahora, privadas de algunas de las partes que antes conformaban la intimidad de su día a día, pero así pueden compartir su carisma con todos los visitantes y recibir entradas económicas.

Una visita guiada

El visitante llega por la entrada principal de las monjas, situada en la calle Cervantes, y que le lleva hasta la antesala del convento; con la Puerta Reglar y el torno que durante siglos ha sido el único medio de contacto de las monjas con el exterior. 

Nada más pasar de la entrada se accede al Claustro Sur, una de las grandes joyas del recinto, a partir del cual se articulan el resto de dependencias. A la derecha, la puerta, cerrada, al cementerio en el que reposan los restos de las monjas, que conserva su adintelado gótico original. 

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A su lado, el acceso a la Iglesia, que guarda uno de los retablos más bonitos de la provincia de Almería. Desde el altar, a un lado, asoma, entre rejas, el Coro Bajo, desde allí, las monjas siguen la misa.

La siguiente parada es la crujía, que separa el Claustro Sur del Claustro Septentrional y las instalaciones del obrador donde trabajan; tienen el archivo, la cocina o el ropero, lugares todos estos a los que no se puede acceder en la visita. Es una de las partes más bonitas del convento, en la que se han aprovechado columnas del periodo árabe.

Rodeando el claustro, la siguiente parada es el refectorio, continuando la visita continúa subiendo a la planta superior; por unas escaleras reconstruidas con materiales originales y ya arriba, espera la Sala Capitular.

Oportunidad única

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De vuelta al exterior, junto a una pequeña capilla, la llamada «Oración en el Huerto», es la última parada; donde el visitante puede ver una de las celdas que ha quedado abierta a visita. Una pequeña habitación de dimensiones reducidas, con apenas cama, armario y mesita de noche, para el descanso de las monjas de clausura.

Esta es una oportunidad única para conocer el tipo de vida tan especial que han albergado y siguen albergando los muros de este lugar.

Para poder visitar esta joya viva del arte religioso y admirar la vida contemplativa de silencio y oración de las monjas pueden consultar la página web del convento Monasterio de las Puras. O entrando en la web de la Fundación DeClausura; una iniciativa no lucrativa que ayuda a dar a conocer la riqueza de la vida contemplativa de los monasterios y conventos de España. 

En este vídeo puede realizar una visita virtual al convento.

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