Una de las historias más tristes que leemos en las noticias de vez en cuando es sobre niños pequeños que accidentalmente se quedan en los vehículos. De hecho, solo en Estados Unidos un promedio de 38 bebés mueren cada año como resultado de un golpe de calor por quedarse en un automóvil.
Así pues, cuando una joven estudiante de cuarto grado llamada Sophie tuvo que idear un diseño para la "convención de inventos" en la escuela, trató de abordar el problema.
Alentada por su madre, Jenny Rapson, para encontrar un invento que necesitaba resolver un problema, lo cual no es una tarea fácil, Sophie decidió inventar un dispositivo que ayudaría a garantizar que su hermanito nunca se quedara atrás en el coche de la familia.
Un 'nomeolvides'
La idea simple pero inteligente implicaba encontrar una manera de conectar al bebé y al padre. Entonces, con el uso de dos bucles de velcro que envuelven las llaves del auto y la correa del bebé en el asiento del auto, y un cordón largo y elástico, Sophie inventó el "nomeolvides del bebé de Sophie".
El gadget une el cinturón de seguridad que sujeta el bebé en el asiento de atrás con el llavero donde el conductor tiene las llaves del coche, o con su brazo. De esta manera, al dejar el automóvil no podrá olvidar que tiene al bebé atrás.
Lo que es particularmente bueno del invento de Sophie es que surge del deseo de proteger a los bebés y que alguien tan joven pueda ayudar a resolver un problema que causa tanto dolor.
Aunque Sophie no fabrica los elementos del diseño ella misma, no es difícil armarlos. En el video a continuación, pueden ver cómo se fabrica el dispositivo que costaría unos 12 dólares y es práctico, efectivo y fácil de usar.
Lo explica en 2 minutos: