La hermana Marie-Sylvie, médica y monja, fue brutalmente asesinada el 19 de octubre durante una redada en el este de la República Democrática del Congo. Esta parte del país está plagada de ataques cada vez más sangrientos llevados a cabo por terroristas islamistas.
Un ataque de barbarie extrema. En un comunicado de prensa del 20 de octubre, el obispo Sikuli Paluku, obispo de la diócesis de Butembo-Beni (República Democrática del Congo), anunció el asesinato de la hermana Marie-Sylvie Kavuke Vakatsuraki, monja y médica, durante un ataque a un centro de salud católico y un convento anexo.
Esta ofensiva sin duda fue orquestada por miembros de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), un grupo islamista de Uganda que ha jurado lealtad al Estado Islámico, que lo presenta como su rama en África Central.
Su cuerpo fue encontrado calcinado
El asalto fue extremadamente bárbaro. El cuerpo de la monja de la congregación de las Hermanitas de la Presentación de Nuestra Señora en el Templo fue encontrado carbonizado. Otras seis personas fueron decapitadas y quemadas.
Una veintena de personas también fueron secuestradas durante el ataque: tres mujeres embarazadas, diez pacientes y diez miembros del personal de salud, incluidas dos monjas. Además de este centro de salud, los terroristas también saquearon y destruyeron un hospital protestante cercano. "Nos faltan las palabras, ya que el horror ha superado con creces el umbral de la tolerancia", dijo el obispo de Butembo-Beni. La religiosa fue enterrada el sábado 22 de octubre.
Desde 2013, los ataques del grupo ADF contra civiles congoleños se han multiplicado. Es responsable de masacres cada vez más grandes, particularmente en el este de la RDC, en las provincias de Kivu del Norte e Ituri.
Los asesinatos golpean sistemáticamente a los cristianos, la mayoría en el país. Las Fuerzas Armadas de la República del Congo (FARDC), asistidas por fuerzas de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en el Congo (MONUSCO), intentaron neutralizar a las ADF hace algunos años pero no lograron desmantelarlas.
Al contrario, lejos de ser aniquilado, este grupo armado se ha convertido en una auténtica milicia experta en asaltar pueblos, masacrando a menudo a la población con armas blancas.