Ana Paula Blaires Capdevila fue diagnosticada con cardiopatía terminal. Esto la llevó a ser ubicada en la lista de prioridad entre receptores de un corazón en Paraguay. Su cuadro era muy delicado y en todo el país sudamericano se inició una campaña para conseguir un donante.
El pasado 20 de julio (curiosamente el día de la fiesta del Divino Niño), la niña fue ingresada al Hospital Pediátrico Acosta Ñu debido a un empeoramiento progresivo del cuadro y se decidió conectarla a un corazón artificial que la ayudó mientras aguardaba a un donante.
La niña esperó durante 80 días conectada al Berlín Heart (corazón artificial), hasta que, finalmente, el pasado 20 de octubre apareció el «ángel» donante que le devolvió la vida.
El regreso a su comunidad
Con un nuevo corazón latiendo muy fuerte, el pasado 4 de noviembre Anita regresó a su vivienda, en el barrio Zevallos Cué de Asunción. Ahí fue recibida con mucha alegría. Su madre, Norma Capdevila, tenía en sus brazos a una imagen del Divino Niño, algo que no pasó por desapercibido.
«Siempre le decía a Dios que quiero ir a casa, pero no sin mi hija, y me cumplió. Vine a casa con mi hija. Estamos muy felices. Como ella nunca perdió la fe, nosotros como padres nos aferramos a la fe de ella», dijo entonces la madre de la niña.
Si bien la legislación paraguaya no permite publicar datos de los donantes, el «ángel donante», causalmente, era del mismo barrio de Anita. Eso hizo que sus familiares entraran en contacto. Tras la cirugía, la niña pidió a sus padres conocer a la familia de su donador.
Bajo el amparo del Divino Niño
«Desde el momento en el que Anita fue ingresada al nosocomio, ella estuvo acompañado por una imagen del Divino Niño, a quien su familia le encomendó su salud», dijo en conversación con Aleteia Celina Capdevila, tía de la paciente.
La familiar explicó que la imagen acompañó a la niña durante su larga batalla y adelantó que en los próximos días realizarán una celebración religiosa en honor al Divino Niño. Celina comentó que la imagen les fue entregada por una persona cercana a la familia.
Un logro en Paraguay
Marcos Melgarejo, jefe de Cirugía Cardiovascular, del al Hospital Pediátrico Acosta Ñu, aseguró que el caso de Anita constituye un importante logro para la medicina paraguaya ya que la menor estuvo con un cuadro muy delicado y pudo superar los 80 días conectada al corazón artificial.
Segú la lista de espera del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante de Paraguay, actualmente, un niño de 4 años con una cardiopatía dilatada, otro de 7 años y un adolescente de 16 años son los que se encuentran aguardando por un corazón con suma urgencia.
En el pediátrico Hospital Pediátrico Acosta Ñu suman más de 1.100 los niños y niñas operados del corazón, de los que 19 recibieron transplante.