El Papa Francisco advirtió sobre la "posesividad" que mata la libertad y hace de la vida un "infierno". El Pontífice aludió al tema de la violencia doméstica durante la Audiencia General que presidió el 7 de diciembre de 2022 en el Aula Pablo VI del Vaticano.
En su nueva edición de su catequesis sobre el discernimiento, dio claves para saber si una decisión tomada es buena, planteando la libertad como valor fundamental.
El Papa se centró esta vez en la fase inmediatamente posterior a la decisión, "para percibir los signos que la confirman o la invalidan". Para él, el "tiempo" es el criterio para "reconocer la voz de Dios en medio de tantas otras voces".
Si la paz perdura en el tiempo, explicó, "es buena señal". Así, el Papa sugirió a modo de ejemplo, al tomar la decisión de rezar más, "me doy cuenta de que (…) estoy más sereno, menos ansioso. Hago mi trabajo con más cuidado y entusiasmo".
"Los seres humanos pueden reconocer que han encontrado lo que buscan cuando su día se vuelve más ordenado", agregó el pontífice, que pronto cumplirá 86 años.
Y sobre todo, insistió el jefe de la Iglesia católica, una buena decisión se vive "con libertad, sin apego", no nace "del miedo, del chantaje emocional o del constreñimiento".
Se trata también de "permanecer libres en relación a lo decidido, dispuestos a cuestionarlo, incluso a renunciar a ello ante posibles negaciones, tratando de encontrar en ello una posible enseñanza del Señor".
La violencia doméstica y el exceso de control
Por el contrario, "la posesividad es enemiga del bien y mata el afecto", repitió el Papa Francisco. Se refirió de paso a la violencia doméstica que "nace casi siempre de la pretensión de poseer el afecto del otro, de la búsqueda de una absoluta seguridad que mata la libertad y asfixia la vida, convirtiéndola en un infierno". "Solo podemos amar en libertad", insistió.
"No podemos controlar ni predecir: la salud, el futuro, los seres queridos, nuestros proyectos", señaló el Papa. Pero con Dios, los seres humanos podemos construir "algo maravilloso, algo eterno".
Por lo tanto, la decisión correcta da "la conciencia de estar en el lugar de uno en la vida y de participar en un propósito mayor".